Te levantas inquieto, desganado y estás a la que salta. Cualquier familiar o conocido está expuesto a que le pegues un bufido aumentado más aún tu malestar.
Muchas veces me he visto atrapada en una emoción que inconscientemente comenzaba a dirigir mi actitud durante el día y lo iba arruinando todo. Es como si estuviese desviando mi emoción a costa de buscar los fallos en otras cosas, pero te aseguro que esa actitud es el camino más rápido para buscarte más problemas.
Para “salir a flote de las emociones” y no arruinar nuestro día es necesario saber confrontarlas y analizarlas con compasión.
Como dice el Dr. Christopher Germer, psicólogo y profesor en Harvard “No necesitamos zambullirnos de cabeza en nuestras emociones difíciles para transformarlas, sólo necesitamos tocarlas con compasión”.
La clave por tanto está en tocar esa emoción y no evitarla. Parece fácil, pero nuestra forma de actuar aprendida tiene mucho poder, y por tanto, necesitamos entrenarnos en algo nuevo. Es como cuando se comienza a conducir y necesitas seguir unos pasos para ponerte en marcha, hasta que te sale de forma automática.
Comencemos entonces a poner en marcha nuestra inteligencia para dirigir nuestras emociones siguiendo estos pasos:
1- Pon atención. Para identificar una emoción necesitas saber que buscar y como encontrarla. Algunas señales corporales son muy sutiles y necesitas prestar atención. Sepárate un momento del lugar donde te encuentres e invierte unos minutos en sintonizar con tus señales instintivas antes de reaccionar sin sentido.
2- Enfócate en tu interior. Cierra los ojos un momento. Si es posible aléjate de la persona o situación desencadenante de la emoción y concéntrate en ti mismo por unos segundos.
3- Enfócate en tus sensaciones corporales. Dado que las emociones ocasionan una sensación física, puedes colocar una de tus manos la parte de tu cuerpo que esté mas afectada (tu estómago, tu pecho, tu corazón..) ¿Estás inquieto, mareado, débil?, ¿Tienes sed, estás cansado?, ¿Tienes algún dolor, incomodidad, tensión?. Estos minutos son una gran oportunidad para tomar conciencia de las señales que te envía tu cuerpo.
4- Enfócate en tus pensamientos. Muy a menudo lo que estés pensando te dará pistas del desencadenante de tu emoción. Si te descubres racionalizando en exceso o justificándote con pensamientos del tipo: “esta chica es tonta, mi jefe solo sabe pedir, mi marido es un desconsiderado …” etc. puede que lo que busques sean excusas para salir de tu emoción.
5- Enfócate en tus emociones. ¿Qué emoción estás experimentando en este momento? Deja salir cualquier emoción negativa o positiva. miedo, enojo, pesar. Cuando etiquetamos una emoción, especialmente con “atención bondadosa y amable” en vez de “atención preocupada”, la emoción parece perder su aguijón. (The Mindful Path to Self-Compassion: Freeing Yourself from Destructive Thoughts and Emotions. Dr. Germer)
Los estudios por imágenes del cerebro han demostrado cómo el etiquetado de la emoción reduce la respuesta de miedo de la amígdala, una zona del cerebro que dispara las señales de peligro.
6- Date cuenta de tu respiración. Así puedes ir siendo más consciente de la intensidad de tu emoción. ¿Estás respirando con menor dificultad ahora?
7- No te juzgues. Antes de trabajar con la emoción hay que sentirla. La emoción no vivida pasa al cuerpo y muchos males vienen por enmascarar o no permitirnos ciertas emociones. Por tanto, mantente observando tu enfado, rabia, malestar, etc. durante cinco minutos. ¡Sin juicios, por favor!
8- Observa tu necesidad. Las emociones tienen una finalidad y quieren avisarte desde el cuerpo. ¿Que necesitas en este momento? Quizá sea dialogar con una persona, aceptar un cambio, quizá sea reconocimiento, etc. Se honesto y abierto contigo mismo.
9- Date cuenta de que la emoción tiene rangos de continuidad. Por ejemplo tu enfado, puede variar desde estar algo molesto o disgustado con algo hasta tan decepcionado como para quedarte estancado. Observa como tus emociones tienen un tiempo de aparición concreto (no puedes estar llorando eternamente), quedando luego un poso que es el sentimiento: tristeza, enfado, amor...
10- Escribe como te sientes en un pequeño cuaderno. Completa las frases: “Me siento…”, “estoy..”. Por ejemplo, “me siento triste”, “estoy enfadada con mi pareja”, “estoy preocupada por mi hijo”, etc. e imagina que puedes compartir ese sentimiento con un amigo, vecino o que tú fueses tu mejor amigo. ¿Que cosas te dirías a ti mismo?
Ser franco con lo que sientes y entrenarte en gestionar tu rabia, tu miedo o tristeza, es el primer paso para convertirte en una persona que actúa desde el corazón, sin perder la razón.
Si esta semana te encuentras arrastrado emocionalmente ante una situación, párate un momento!. Después, ya conoces los siguientes pasos :-)
Fotografía. Getty Images
http://www.contagiatedesalud.com/
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sábado, 24 de mayo de 2014
Cambia entonces tu dieta emocional
“Cambia tus creencias, cambia tus hábitos, siente -AMOR Y GRATITUD- cada vez más por todo. Cambia entonces tu dieta emocional, sé más y más optimista. No hay crisis de ningún tipo, sólo son transformaciones y esta vez hacia un mundo y una existencia mejor, más acorde con nuestra verdadera esencia y ser UNO con la creación. Todo acabará bien si hablamos de esforzarnos en evolucionar y aprender con el ser y no en seguir con las banalidades de los egos. Cambia tu dieta física, experimenta después de investigar, con todo lo que creas que derroche sabiduría. Todo lo que es bueno hará vibrar positivamente tu cuerpo, tu mente y tu espíritu-energía-vital. Lo mejor que puedes hacer es empezar ganando consciencia, para ver las cosas más claras, más iluminadas. Si no has dado hasta ahora más que vueltas y vueltas con tus problemas, es porque necesitas más consciencia para solucionarlos y verlos desde otros puntos de vista para que tu creatividad te ayude a resolverlos, entenderlos y transmutarlos” (Bruce Lipton)
GEOTERAPIA, UTILIZANDO LA ENERGÍA PROVENIENTE DE LA TIERRA
Una de las técnicas terapéuticas de la medicina alternativa es la basada en el uso de la tierra. La Geoterapia forma parte de los más antiguos tratados de curas populares.
Los antiguos Egipcios utilizaban la arcilla como uno de los componentes en la momificación y para la preservación de los alimentos naturales. Los japoneses utilizaban la arcilla para preservar durante años productos. Pueblos antiguos tenían a la arcilla como un importante recurso en el combate de epidemias y enfermedades infecciosas. Los modernos vietnamitas y coreanos emplearon el baño de arcilla para tratar quemaduras serias provocadas por el Napalm y para eliminar el dolor durante los combates de las dos guerras contra Estados Unidos, con excelentes resultados.
En 1976, los test realizados en dos Universidades de Canadá comprobaron la existencia de sustancias químicas en la tierra, que estarían ligadas directamente a la capacidad de cura y restauración del tejido celular humano, que solamente fue divulgado recientemente en vista de la preocupación por el uso indiscriminado de la terapia, pudiendo causar problemas cuando es usada sin control. Además de la composición química de la tierra, identificaron también componentes geológicos fundamentales como el cuarzo, feldespato, mica, cuyas cantidades pueden variar, dependiendo del tipo de suelo y de la región. Pero lo que oscila mucho en términos de cantidad son los componentes químicos de la tierra, siendo generalmente los más comunes (encontrados en todas las regiones) sílice, aluminio, hierro, calcio sodio, potasio, manganeso, titanio y otros presentes en menores cantidades en las arcillas conocidas. Estos explican los efectos del uso de la arcilla como antiinflamatoria, cicatrizante y antiséptica. Pero los componentes químicos geológicos de la arcilla no explican todos sus efectos.
Existe otro motivo mucho más importante porque la tierra es un gran agente de cura: su energía.
Los estudios canadienses comprobaron también la existencia de gran actividad magnética en la arcilla. La explicación viene de científicos rusos, que también detectaron y estudiaron sus actividades, ligándoles el hecho de que por estar expuesta directamente al sol, la arcilla, se impregna de su energía calorífica y radiante. Son estas energías las que activan los cristales y los elementos que componen la arcilla, produciendo un proceso dinámico y vitalizador capaz de impregnar benéficamente al cuerpo humano.
La arcilla actúa en el bloqueo de la propagación de los gérmenes, al tiempo que favorece en el restablecimiento de la célula sana. El poder absorbente de la arcilla es extraordinario, porque su constitución micromolecular, absorbe las impurezas que pueden ser sustancias tóxicas.
Su radiactividad es natural y saludable para el cuerpo, que actúa como un estimulante vital con la capacidad para rehacer el equilibrio de las células electromagnéticas.
FUENTE:http://www.apenb.org/index.php/naturopatia-y-bioterapia/estimulos-fisicos/geotecnia.html
REFLEXIÓN DEL DÍA
¿Será que por alguna vez podamos contemplar aunque sea por instante nuestro espíritu, algo así como mirarse al espejo y ahí vislumbrarlo?...
“El Espíritu es como Dios, NO SE LE VE, PERO SI SE LE SIENTE... en los actos, acciones, pensamientos, actitudes, intenciones positivas y elevadas. Cuando todo lo nombrado lo sientan dentro de ustedes, entonces podrán mirarse al espejo, ahí vislumbrarán la imagen del espíritu, porque... USTEDES Y ÉL SERÁN UNO”... El Ser Uno.