jueves, 4 de septiembre de 2014

Cimicifuga: La mejor hierba para la menopausia



Parte Utilizada
Los rizomas y raíces


Principios Activos
Heterósidos triterpénicos derivados del cicloartano (saponósidos): Acteína, 27-deoxiacteína, cimicifugósido, cimiacerósido A, cimiracemósidos A-H), derivados del ácido hidroxicinámico: ácidos cafeico, ferúlico, isoferúlico, fukinólico, ácidos cimicifúgicos A, B, E y F.


Acción Farmacológica
Cimicifuga racemosa, tradicionalmente usada para el tratamiento de varios desórdenes ginecológicos, se considera actualmente una fuente de fitoestrógenos, sin embargo el mecanismo de acción de su extracto estandarizado no está aún dilucidado.
La formononetina parece ser responsable de su efecto estrogénico, ya que esta isoflavona se une competitivamente a los receptores estrogénicos. Se ha sugerido que la Cimicífuga podría actuar de forma similar a los modificadores selectivos del receptor de estrógeno; también se ha postulado que la modulación selectiva que ejerce sobre los pulsos de LH podría dar cuenta de su acción. Los constituyentes de C. racemosa se unen a los receptores de estrógenos, pero no afectan los niveles de LH y no presentan efecto tipo estrógeno.
El extracto estandarizado de Cimicifuga racemosa también puede presentar actividad farmacológica no relacionada con las funciones endocrinas. Se ha observado que la acteína antagoniza la entrada de calcio y la contracción inducida por norepinefrina en aorta aislada de rata; también se ha reportado que potencia los efectos de medicamentos antihipertensivos en conejos y perros.


Indicaciones
La comisión E aprueba el uso de Cimicifuga racemosa para el tratamiento del síndrome premenstrual y de los transtornos neurovegetativos asociados a la dismenorrea y menopausia.


Contraindicaciones
Debido a su potencial efecto sobre la hormona luteinizante (LH), C. racemosa está contraindicada en niños y adolescentes hasta la edad de 18 años y no se recomienda su uso durante el embarazo, la lactancia y en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Dado que puede tener efecto vasodilatador, se debe suspender su administración 2 a 3 semanas antes de una intervención quirúrgica.
Como no se conoce con precisión su vía de eliminación debe administrarse con precaución en enfermos con insuficiencia hepática o renal.


Efectos Secundarios
No se ha observado discontinuación del tratamiento con el extracto de Cimicífuga racemosa por efectos colaterales. Siempre se observa buena tolerancia, sin presencia de efectos colaterales en el 93% de las pacientes, su buena tolerancia permite la terapia por tiempo ilimitado.
Se han descrito algunos casos de problemas gastrointestinales en algunas pacientes al inicio del tratamiento (dispepsia, náuseas y vómitos). En algunas ocasiones y particularmente con altas dosis del extracto se puede observar sudoración profusa, vértigo, dolor de cabeza, hipertensión o hipotensión, aumento del flujo menstrual, cambios en la frecuencia cardiaca (palpitaciones, bradicardia sinusal, taquicardia sinusal o disminución de la frecuencia de pulso), inquietud, y alteraciones visuales (visión borrosa). Muy raramente se presentan reacciones alérgicas tipo rash.


Precaución / Intoxicaciones
Estudios experimentales demuestran que no tiene efectos tóxicos, mutagénicos, carcinógenos o propiedades teratógenas; sin embargo, como no existen estudios controlados a muy largo plazo, se recomienda no administrar en forma continuada por periodos superiores a 6 meses.


Formas Galénicas / Posología
Se utilizan principalmente extractos alcohólicos estandarizados (isopropanólicos al 40% y etanólicos al 60%), que contengan 2 mg de 2,7-deoxiacteína. Se administra sólo en forma oral. La variabilidad clínica que se puede observar se debe a las diferencias de biodisponibilidad y pureza entre los productos. La mejoría clínica se observa entre las 4 a 6 semanas de tratamiento.

Posología recomendada por la Comisión E (salvo otra prescripción): Extractos alcohólicos (40-60% v/v), equivalentes a 40 mg de droga. No prolongar el tratamiento durante más de 6 meses.

Limpieza energética de objetos con carga negativa




Una limpieza energética consiste en la eliminación de las malas energías que tenga una persona, lugar u objeto, y nos ayuda a equilibrar su campo energético.

En el caso de los objetos, lo que sucede es que absorben la energía de quienes los poseen, y se impregnan de las vibraciones del entorno, producidas por los malos pensamientos, las emociones negativas, las palabras hirientes y dañinas, el sufrimiento de los seres que están en contacto con él, y las malas influencias que sobre el objeto ejercen otras personas.

Esta disminución de la vibración energética se convierte en una perturbación debilitadora y nociva, que nos lleva a experimentar sensaciones desagradables y negativas, que podemos sentir aunque nos resulte difícil de explicar, definir o de comprender su procedencia.

Existen muchas técnicas de limpieza y a lo largo de la historia nos han llegado diferentes formas de realizar este proceso que pueden incluir diversas técnicas.

Nosotros os dejamos un ritual sencillo y práctico para que podáis proceder a limpiar esos objetos en los que sentimos que hay una carga negativa y que puede ocasionarnos bloqueos,  alteraciones o hiperactividad en nuestros centros energéticos y capas áuricas.



Ritual para limpieza enegética de objetos con carga negativa

MATERIALES NECESARIOS

1 Tela blanca (o paño)
1 Vaso de cristal
1 Plato o cuenco (el tamaño debe variar en función del objeto a limpiar)
Agua
Sal
Tierra (opcional)
Incienso de sándalo


PROCEDIMIENTO

En el vaso de cristal vertemos agua y añadimos unos puñados de sal. Movemos la mezcla y con mojamos un trozo de tela (o paño) con la misma.

Limpiamos la superficie del objeto en cuestión con la tela humedecida por la mezcla de agua y sal.

Dejamos el objeto al aire libre durante 24 horas apoyado sobre tierra (por ejemplo en una maceta sin plantas), o sobre el cuenco que previamente llenamos de sal, podemos elegir cualquiera de estas dos opciones, ya que son igualmente de efectivas y consiguen el mismo fin.

La sal neutraliza la carga negativa, retirando las impurezas y restaurando la armonía y el equilibrio del objeto.

Si notamos que el objeto en cuestión está muy cargado negativamente, lo dejaremos sobre la tierra (o sal), durante 3 días.

Transcurrido ese tiempo, encendemos una varita de incienso y pasamos el objeto por el humo que desprende.



Qué hacer con los materiales empleados en este ritual:

Vaso con agua y sal: lo puedes vaciar directamente en el lugar donde has realizado la limpieza.

Tela o paño + maceta con tierra (o cuenco con sal) + incienso: deshazte de ellos en cualquier punto limpio lejos de tu hogar.

http://reinamistica.com/