Abre los ojos y date cuenta que antes que todo, el trabajo más importante de tu vida, es limpiar y liberar las emociones tóxicas que constantemente contaminan tu corazón, como los miedos, juicios, resentimientos y culpas, para poder transformarlos en luz, alegría y amor. Recuerda que mientras más puro sea tu amor y la intención de tu corazón, mayor será su luz, su fuerza y su poder, para sanarte a ti mismo y a los demás. Tan sólo bastará una mirada, una sonrisa, o una palabra, para que se manifieste su presencia mágica y silenciosa. Por eso, desde ahora trabaja en ti mismo...
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