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jueves, 2 de mayo de 2013
APRENDAMOS A RELAJAR NUESTRO CUERPO
Eso ayuda a relajar nuestra mente y llegar más fácil no sólo a la meditación, sino a liberarnos del stress, de malestares y dolores y a sentirnos liberados de un montón de cargas indeseables que vamos acumulando durante el día ..
EMPEZEMOS !!
Relajación de cara, cuello y hombros con el orden siguiente (repetir cada ejercicio tres veces con intervalos de descanso de unos segundos):
Frente: Arrugar, ejerciendo tensión sobre el puente de la nariz y alrededor de las cejas.
Ojos: Abrir y cerrar. Notar la tensión en los párpados y en el exterior de los ojos.
Nariz: Arrugar, ejerciendo tensión en el puente y los orificios.
Boca: Sonreír ampliamente. Notará la tensión en los labios superior e inferior y en ambas mejillas.
Lengua: Presionar la lengua contra el paladar.
Mandíbula: Presionar los dientes notando la tensión en los músculos laterales de la cara y en las sienes.
Labios: Arrugar como para dar un beso.
Cuello y nuca: Hacer movimientos del cuello SI-NO y derecha-izquierda.
Hombros y cuello: Elevar los hombros presionando contra el cuello.
Relajación de brazos y manos con la siguiente progresión: Contraer, sin mover, primero un brazo y luego el otro con el puño apretado, notando la tensión en brazos, antebrazos y manos.
Relajación de piernas: Estirar primero una pierna y después la otra levantando el pie hacia arriba y notando la tensión en piernas: trasero, muslo, rodilla, pantorrilla y pie.
Relajación de tórax, abdomen y región lumbar (estos ejercicios se hacen mejor sentado sobre una silla):
Espalda: Levantar brazos hasta formar ángulo recto con antebrazo y llevar codos hacia atrás. Notará la tensión en la parte inferior de la espalda y los hombros.
Tórax: Inspirar y retener el aire durante unos segundos en los pulmones. Observar la tensión en el pecho. Espirar lentamente.
Estómago: Tensar estómago hasta notar dicha tensión en ombligo y alrededores.
Cintura: Tensar nalgas y muslos. El trasero se eleva de la silla.
Relajación rápida y completa: Consiste en tensar y relajar todos los músculos a la vez. Se puede hacer tumbado o de pie. Requiere una cierta experiencia, pero una vez adquirido se puede conseguir un correcto estado de relajación en tan sólo unos minutos.
El último paso después de cada sesión de relajación, es realizar tres o cuatro respiraciones profundas. Antes de dar por finalizada la sesión, conviene dedicar unos minutos para observar nuestra respiración, hasta conseguir que sea constante y regular.
Cuando estamos muy bien entrenados en esta técnica de relajación, lo que se consigue realizándola muchas veces, es posible practicar únicamente la parte de la relajación rápida y completa y las respiraciones profundas posteriores, consiguiendo así excelentes resultados.
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