ENCONTRANDO PAZ... Desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente. Afirma tu paso con la visión del futuro. Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria. Vive intensamente la paz del sueño. Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro. Recuerda que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad. Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien. Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas. Cada mañana, al despertar, pide a Dios que te de templanza y fortaleza para enfrentar las luchas cotidianas.
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