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miércoles, 7 de agosto de 2013
RAZONES PARA DEJAR EL CAFÉ
A veces da la impresión de que los investigadores no se pueden poner de acuerdo. Un día el café es bueno, y al otro día resulta que es malo. ¿Cuál de los dos es cierto? ¿A quién creerle? Y no sólo con el café hay confusión, sino también con el vino, la fibra, e incluso qué tipo de ejercicio es mejor. El café es definitivamente es uno de los más controversiales, ya que como seres humanos, nos encanta recibir buenas noticias acerca de nuestros posiblemente malos hábitos. Por lo tanto cuando se publican noticias positivas del café (o del vino por las mismas razones), se convierten automáticamente en las noticias populares del día.
Sin lugar a dudas la cafeína que se encuentra en el café es un estimulante. De hecho es considerada la “droga” más popular y consumida en el mundo. A pesar de los supuestos beneficios que pueda tener el consumo de café, también hay que tener en cuenta los riesgos de consumirlo, y también hay que saber cómo interpretar los resultados de ciertos estudios científicos para no entrar en confusión. Por ejemplo, varios estudios han mostrado que las personas que consumen más café tienen parecen tener menos riegos de desarrollar diabetes tipo 2. Las razones o mecanismos de esta relación todavía no son claras.
Pero estudios más recientes han mostrado que en personas que ya tienen diabetes tipo 2, el café produce aumentos en la cantidad de insulina y de azúcar en la sangre después de comer. Al parecer, el café puede precipitar la producción de cantidades elevadas de insulina en el páncreas. Los excesos de insulina en el cuerpo pueden llevar a la acumulación de grasa, sobrepeso, y resistencia a la insulina.
Después de revisar toda esta evidencia, el doctor Mark Hyman publicó una lista de diez buenas razones para dejar el café:
La cafeína en el café aumenta catecolaminas, que son las hormonas del estrés. La respuesta al estrés produce cortisol y un aumento en la insulina. La insulina aumenta la inflamación, y eso te hace sentir mal.
La habituación a la cafeína disminuye la sensibilidad a la insulina, lo que hace que sea difícil para las células responder adecuadamente al azúcar en la sangre. Los niveles altos de azúcar en la sangre llevan al deterioro arterial y aumento del riesgo de mortalidad relacionada con la enfermedad cardiovascular.
El café no filtrado tiene la mayor cantidad de antioxidantes beneficiosos pero también producen el aumento más grande de diterpenos (compuestos orgánicos) en tu sistema. Estos diterpenos se han relacionado con niveles más altos de triglicéridos, LDL y VLDL.
Los beneficiosos ácidos clorogénicos que pueden retrasar la absorción de glucosa en el intestino también se ha demostrado que aumenta los niveles de homocisteína – un indicador de aumento de riesgo de enfermedad cardiovascular, que tiende a estar elevado en la diabesidad [combinación de diabetes y obesidad].
La acidez del café se asocia con malestar digestivo, indigestión, acidez estomacal, reflujo gastroesofágico y disbiosis (desequilibrios en la flora intestinal).
La adicción es a menudo un problema con los bebedores de café y hace que sea muy difícil confiar en la fuente natural de energía en el cuerpo. Pregúntale a cualquier bebedor de café cómo se siente al dejar de tomar café, y se descubrirás que su historia es prácticamente igual a la de un drogadicto.
Las adicciones asociativas tienden a ocurrir con el café – ¿quién no piensa inmediatamente en la crema calentita, espumosa y dulce mezclada con azúcar cuando se imagina un café? Sin duda, el negocio del café ha inspirado una cultura adicta a los gustos azucarados y grasosos de lo que se ha convertido más bien en una comida que una bebida. Ese café con leche “latte” en la mañana es el epítome del alimento carente densidad nutricional pero empacado de calorías.
5-HIA, un ácido orgánico y un componente del neurotransmisor serotonina (“el químico de la felicidad”) que aparece en la orina tiende a estar elevado en bebedores de café, lo que significa que pueden estar en riesgo de tener una cantidad más baja de síntesis de serotonina en el cerebro. La serotonina es necesaria para el sueño normal, la función intestinal, estado de ánimo y niveles de energía. Es un círculo vicioso, ya que la cafeína puede interrumpir el sueño y promover la ansiedad y la depresión. ¡Todos conocemos a alguien que tiende a estar cansado, agitado y con sobredosis de cafeína!
Una excreción urinaria elevada de importantes minerales como el calcio, el magnesio y el potasio se han observado en bebedores de café. Un desequilibrio en tu balance electrolítico puede conducir a graves complicaciones sistémicas.
Algunos ingredientes en el café pueden interferir con el metabolismo normal de ciertos fármacos y la desintoxicación del hígado, lo hace difícil regular el proceso de desintoxicación normal en el hígado. Otra cuestión que hay que tener en cuenta con el consumo de café es como algunos medicamentos como la levotiroxina (para la tiroides), así como los antidepresivos tricíclicos se absorben mal al consumir café, lo que hace que los síntomas sean curiosamente peor para los pacientes.
Para una persona que desea dejar de consumir café, se recomienda dejarlo de a poco si se puede, ya que dejar de consumirlo repentinamente puede acarrear varios efectos secundarios incluyendo dolores fuertes de cabeza, falta de energía, etc. También asegúrate de tomar bastante agua, por lo menos seis a ocho vasos diarios, para acelerar el proceso de desintoxicación de la cafeína. Una dieta sana y hacer ejercicio diario (y si es posible en la mañana) te ayudarán a tener energía de manera natural y saludable.
Por María José Hummel, Nutricionista
www.saludparahoy.wordpress.com
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