La col (blanca o lombarda) es una crucífera de otoño e invierno que posee un amplio abanico de propiedades nutricionales y terapéuticas. Entre sus principales componentes destacan la vitamina C, vitamina B9 (ácido fólico) y vitamina B3 (niacina). Sus minerales principales son calcio, fluor, magnesio, fósforo, azufre, bromo, aluminio y bario. La col tiene gran cantidad de propiedades medicinales, pues es diurética, antidiarréica, previene la úlcera pues es considerada uno de los mejores antiácidos naturales, previene inflamaciones e infecciones intestinales, es efectiva en el tratamiento de hipertiroidismo, infecciones de bronquios, ronquera y también para prevenir el cáncer. Es recomendable tomarla cruda en ensaladas, para evitar las flatulencias, y aunque no posee toxicidad alguna, es preferible no consumirla en exceso. Cualquier comida o cena en la que incluyamos una pequeña ensalada con algunas hojas de col mejorará notablemente nuestra digestión. Por cierto, igual que el brócoli, la col también posee fitoquímicos que le confieren propiedades medicinales anticancerígenas.
Fuente: safme.wordpress.com
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