Todos conocemos los beneficios de beber unos dos litros aproximados de agua al día, un elemento imprescindible para que nuestro organismo, compuesto en un 60% de este líquido, fu
ncione.
Cualquier momento es bueno para tomar un buen vaso de agua, pero hacerlo en ayunas al empezar el día es especialmente recomendable.
Después de toda una noche sin ingerir nada el agua activa nuestro metabolismo para que empiece a ponerse en marcha, es decir que sólo con este pequeño gesto ya estamos comenzando a quemar calorías.
Mientras dormimos nuestro cuerpo aprovecha para reparar células y hacer limpieza interna, así que uno o dos vasos de agua al despertar servirán para dar un empujón a todas esas toxinas que tenemos que liberar de nuestro organismo a través de la orina.
Las sustancias tóxicas como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la comida basura etc. son máximas responsables del envejecimiento de la piel. Aunque intentemos evitarlas muchas veces simplemente están en nuestro entorno, así que un buen drenaje de las vías digestivas y urinarias por la mañana es esencial para minimizar sus efectos nocivos.
Además el agua hidrata nuestra piel ayudando a que mantenga su elasticidad y tonicidad, dándole un aspecto saludable y evitando la aparición prematura de arrugas.
Por algo dicen: El Agua es Vida.
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