El cardo mariano se considera como una gran fuente antioxidante que conserva el hígado en buen estado, ya que ayuda en la limpieza y reconstrucción de células en el hígado.
Como es bien sabido el hígado es uno de los órganos más importantes con los que cuenta nuestro organismo, debido a sus variadas funciones, entre las que sobresalen la producción de bilis, la síntesis de proteínas y el control de los niveles de azúcar en la sangre. Por lo anterior y muchas otras razones es sumamente importante mantener a este órgano en constante cuidado.
Según investigaciones, la silimarina contenida en el cardo mariano, es uno de los antioxidantes más potentes que existen y posee beneficios neurológicos, así como en el sistema óseo, el sistema cardiovascular y en el cuidado de la piel. Además de sus efectos antioxidantes, el cardo mariano ha sido utilizado por largo tiempo para combatir enfermedades hepáticas, ya que por sus funciones regenerativas, es de gran utilidad en el cuidado y buen funcionamiento del hígado.
Al cardo mariano también se le ha dado uso en el tratamiento de trastornos digestivos al servir en procesos de depuración y desintoxicación del organismo. Actualmente se ha convertido en un objeto de estudio por atribuírsele propiedades relacionadas al tratamiento de problemas de tipo oncológico, así como un poder antioxidante muy superior al de la vitamina E.
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