miércoles, 17 de octubre de 2012

COMO PROTEGER TU AURA


Todas las noches, antes de acostarte, siéntate en la cama e imagina un aura alrededor de tu cuerpo, a quince centímetros de él y con la misma forma, rodeándote y protegiéndote. Se convertirá en un escudo. Hazlo durante cuatro o cinco minu­tos y después, aún sintiéndola, duérmete. Duérmete imaginando al aura como una cobija a tu alrededor que te protege de manera que no pueda

n entrar tensión, pensa­mientos o vibraciones del exterior. Simplemente sintiendo esa aura, quédate dormido. Esto es lo último que debe hacerse por la noche. Después de eso simplemente duérmete, de manera que la sensación continúe en tu inconsciente. Ese es el punto. El mecanismo es que empieces a imaginar conscientemente y te quedes dor­mido. Poco a poco, cuando estés en el umbral del sueño, un poco de imaginación se mantendrá. Aunque te quedes dormido, un poco de imaginación entrará al inconsciente. Se convertirá en una fuerza y energía tremendas.
Después de la meditación. Tienes que crear un aura pro­tectora. A veces sucede automáticamente, a veces no. Si no es automático en ti, tienes que trabajar en eso. Llegará en unos tres meses. En cualquier momento, entre tres semanas y tres meses, empezarás a sentirte muy poderoso. Así que durante la noche quédate dormido pensando de esa manera.
En la mañana, el aura de protección debe ser el primer pensamiento. En cuanto percibas que el sueño se ha ido, no abras los ojos. Sólo siente tu aura alrededor del cuerpo protegiéndote. Hazlo otra vez entre cuatro y cinco minutos y después levántate. Cuando te bañes y desayunes, sigue recordándola Durante el día, siempre que tengas tiempo, (sentado en un auto, un camión o en la oficina si no tienes nada que hacer), relájate y por un momento siéntela otra vez.
Entre tres semanas y tres meses empezarás a sentirla como algo casi sólido.
Te rodeará y serás capaz de sentir que puedes atravesar una multitud y no ser afectado, ni tocado. Te hará tremendamente feliz porque ahora tus problemas serán sólo tuyos, de nadie más.

SAL ROSADA DEL HIMALAYA


La sal rosada del Himalaya , es la sal de cristal de roca, un producto 100% orgánico y natural, que recibe ese nombre por su coloración. La formación orogénica del Himalaya se produjo bajo la mayor presión conocida sobre depósitos de sal f
ormándose yacimientos con una cantidad inusual de sal cristalizada, siendo una de las más ricas y especiales en cuanto a energía se refiere que se conocen hasta el momento.
Aporta la energía fotónica del sol, almacenada por años en los cristales de sal. También 81 minerales biológicamente activos y fácilmente asimilables por las células.
Mejora el balance electrolítico en los fluidos internos, sobre todo en la sangre. Optimiza la asimilación de los nutrientes presentes en nuestro alimento cotidiano. Purga el tejido conjuntivo y estimula el drenaje de materias tóxicas. Mejora el estado de ánimo y brinda mayor plenitud energética. Estimula el sistema de defensa de nuestro organismo. Disuelve y elimina los sedimentos que conducen a la formación de arenillas y cálculos. Disminuye las molestias generadas por padecimientos artríticos y reumáticos. Alivia las enfermedades de la piel, provocando limpieza genuina, desde adentro hacia fuera. Favorece la eliminación de metales pesados (plomo, mercurio, arsénico, amalgamas dentales, etc.), debido a la capacidad de vitalizar sus estructuras moleculares para que el organismo pueda deshacerse de ellas.

ENERGÍA UNIVERSAL



Cuando nos duele algo, el estómago o una muela, automáticamente nos llevamos la mano a ese lugar como si el simple contacto nos aliviara el dolor. De forma natural, sin darnos cuenta, aplicamos el fundamento del reiki, una terapia milenaria 
japonesa para sanar a través de las manos que cada vez tienen más adeptos en Europa. Las personas que lo practican aseguran que es asombroso cómo funciona y muchas afirman que ha cambiado su vida. Incluso la medicina convencional, siempre escéptica ante este tipo de técnicas alternativas, ya ha empezado a impartirlo en hospitales.

El reiki, que en japonés significa 'energía universal', consiste en canalizar a través de las manos una poderosa fuente de vibración, que está fuera, hacia uno mismo o hacia otras personas para curar enfermedades físicas o sanar emociones. Además, cualquiera puede practicarlo o recibirlo, ya que no es un 'don' especial reservado a unos privilegiados, sino una técnica que se puede aprender.


Aunque esta práctica de canalizar energía tiene más de 3.000 años de antigüedad, cayó casi en el olvido hasta que fue rescatada en 1920 por el doctor Usui, un monje y catedrático japonés al que se considera el primer maestro reiki.

Al igual que la acupuntura o el shiatsu, esta técnica parte de una tesis muy sencilla: que el ser humano es "todo energía", afirmación que aunque parece muy esotérica comparte aspectos con la física cuántica. El reiki sostiene que cuando la energía se bloquea, por cualquier circunstancia, es cuando se produce una enfermedad. La imposición de las manos en la zona enquistada, donde la energía ha quedado taponada, sirve para disolver ese 'nudo' que impide que la energía fluya y así devolver el equilibrio al organismo.

ESPIRITUALIDAD EN LAS RELACIONES



Uno de los regalos más preciosos que nos trae la espiritualidad es el reconocimiento del valor intrínseco de nuestro ser espiritual.
Redescubrimos nuestro potencial inherente de paz, amor y felicidad, entr
e otras muchas cualidades. Esto nos ayuda a asentar y fortalecer nuestra propia autoestima, ya que ahora desarrollamos una visión más alta de nuestro ser. Independientemente de los logros o éxitos que consigamos a nivel externo, comprendemos y experimentamos la realidad de nuestra riqueza y belleza interior, y éstas nos acompañan en todo momento, no importa cuan cambiantes sean las circunstancias que nos rodean.

Entonces podemos comprender y valorar mejor a aquéllos/as que nos rodean. Una sencilla ley espiritual para favorecer unas relaciones armoniosas y felices es no ver las debilidades, limitaciones ni tendencias negativas de los demás ni pensar de forma negativa acerca de nadie.

Tampoco describir esas debilidades a nadie.
No ver las debilidades de los demás no significa que no sea consciente de ellas, sino que no dejo que influencien mi visión positiva y elevada de esas personas. Alguien puede estar mostrando la debilidad de la ira o de los celos, pero con mi mente puedo transformar lo que veo con pensamientos elevados tales como: “En realidad, es un ser espiritual con un gran potencial de amor y paz. Simplemente se halla bajo la influencia de una debilidad o un hábito negativo generado por la ignorancia.”
La otra persona captará enseguida que no estamos rechazando ni 
reaccionando ante su debilidad y que, por el contrario, mantenemos una actitud de respeto y consideración. Esto hará que se edifique la confianza y el respeto entre nosotros/as e inspirará de forma natural un cambio de actitud y esfuerzos por mejorar y progresar. 
Ésta es una de las bases importantes para mantener con todos unas relaciones positivas y de calidad.

Jayme Rincón
Faro de Conciencia Y de Luz

REFLEXIÓN DEL DÍA



Hoy universo quiero darte nuevamente las gracias , porque siempre escuchas y complaces el deseo que quien en ti confiamos , a ti Dios Hoy te doy las gracias por brindarme eso que tanto precisaba para mi bienestar y desarrollar mejor mi trabajo , y me comprometo a agradecerte haciendo el mejor uso de lo que me has brindado en beneficio propio y el de los demás, Infinitas gracias Dios.