martes, 4 de diciembre de 2012

DEJA LOS FARMACOS Y EMPEZA A ACARICIARTE



La mayoría de las veces en que la cabeza nos duele, se relaciona con algun sector de nuestro organismo. Presionando algunos segundos en estas zonas y/o masajeandolos despacito, podremos no sólo
 entender qué anda mal en nosotros, sino también curarnos el dolor.
Hay basicamente 4 puntos exactos que debe presionar durante unos 5 minutos para calmar las graves jaquecas. Preste atención.

1.Por encima de las lagrimales y debajo de las cejas. Presione el huesito. Y mientras duele tome aire profundamente. Retenga unos segundos y exhale.

2. A los dos costados de la nariz, justo de cada lado de los orificios nasales. Si hunde sus gemas ligeramente, podrá notar unas cavidades craneales. Presione en ese punto con los dedos índice, colocandolos horizontalmente con respecto a la nariz. Mientras presione y duela, inspire profundamente. Retenga iluminando el dolor y exhale expulsandolo de su cuerpo.

3. Coloque un sólo indice de manera vertical en relacion a la nariz, presionando justo sobre el hueso que sentirá debajo del pliegue que divide los orificios nasales y pegado al bozo, que se encuentra por encima de sus labios. Presione. Inspire y exhale.

4. Encima de su pera y por debajo de sus labios )siempre sobre la misma linea vertical de la nariz), intente encontrar el punto exacto de dolor. Sentirá que está presionando las encias inferiores, pero en verdad, estará conectandose con un nervio importante que conecta con la cabeza.

Aconsejo que también se estiren las orejas y estiren (haciendo monadas) sus rasgos faciales. Los puntos de las sienes suelen ser otro punto mas habitual.
Si el dolor no pasa, entonces masajee su rostro en estos puntos que muestra el grafico hasta encontrar el meollo de la cuestión!

Solo manifieste el deseo de autosanarse y podrá conseguirlo. Créame, en 5 minutos podrá curarse el dolor de cabeza que una pastilla sólo alcanzará a dormir para volver a despertar, tal vez ahi mísmo o en otro lugar. Tomemos conciencia de que somos PODEROSOS!!!
 FUENTE: www.ananda.cl

EL AYUNO



El ayuno es uno de los mecanismos curativos naturales más antiguos del mundo. Todos los animales, salvo el hombre moderno, ayunan instintivamente cuando están enfermos. Aún hoy existen tribus primitivas en el Amazonas, en África Central y en remotas regiones de Asia, que mantienen «casas de enfermos» en las afueras de sus aldeas, donde las personas aquejadas de alguna enfermedad se retiran para someterse a prolongados ayunos totales hasta que recobran la salud y la v
italidad. Los yoguis de la india son bien conocidos por sus ayunos y sus limpiezas de colon. El ayuno terapéutico ha constituido siempre una parte muy importante de los regímenes de enseñanza taoístas. Los maestros hacían ayunar a sus discípulos durante períodos prolongados, para que purificaran el cuerpo y la mente, antes de exponerles sus técnicas más avanzadas.
Los antiguos griegos ayunaban para conseguir salud y longevidad, y eran renombrados por su robusta constitución física. Galeno, Paracelso e Hipócrates, padres fundadores de la medicina occidental, practicaban y recetaban el ayuno para todas las enfermedades graves, y lo recomendaban como excelente régimen preventivo. Pitágoras exigía a sus discípulos que ayunaran durante 40 días para purificar cuerpo y mente antes de transmitirles sus más altas enseñanzas. Platón y Aristóteles, cuyo pensamiento constituye la raíz y el núcleo de la filosofía occidental, ayunaban regularmente para mejorar su salud física y estimular sus facultades mentales. La Biblia menciona el ayuno en 74 ocasiones, y el propio Jesús solía ayunar con frecuencia, a veces hasta 40 días seguidos. Y lo mismo hacía Buda. El ayuno es una respuesta natural y universal ante la enfermedad y la debilidad, no un «rollo» cultural o religioso.
El ayuno desencadena un proceso de limpieza verdaderamente maravilloso, que llega hasta la última célula y el último tejido del organismo. A las 24 horas de suspender la ingestión de alimentos, las enzimas dejan de entrar en el estómago para dirigirse en cambio a los intestinos y al torrente sanguíneo, por el que van circulando y destruyendo todo tipo de productos de desecho, tales como células muertas y enfermas, microbios indeseables, subproductos del metabolismo y sustancias contaminantes. Todos los órganos y glándulas reciben un necesario y bien merecido descanso, durante el cual se purifican y rejuvenecen sus tejidos y se regulan y equilibran sus funciones. Todo el canal digestivo se vacía, y lo que sale por su extremo inferior seguramente sorprenderá y asqueará a quienes ayunan por primera vez, hasta el extremo de hacerles adoptar el ayuno y la limpieza de colon como hábitos permanentes.
El beneficio más importante del ayuno tal vez sea que limpia y depura a fondo la corriente sanguínea. La sangre tiene la función de transportar oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo, y debe también retirar los residuos metabólicos de las células para que sean excretados por los riñones y los pulmones.
Asimismo, la sangre es el «vigilante» inmunológico del cuerpo, que hace circular las enzimas, los glóbulos blancos y otros factores inmunitarios durante las 24 horas del día, en misiones de «búsqueda y destrucción» de los invasores. Y la sangre sucia no puede realizar correctamente estas funciones. En consecuencia, se instaura la desnutrición, disminuye la resistencia, la toxemia se vuelve crónica y los gérmenes disponen de plena libertad para invadir los tejidos más vulnerables. A menos que lleve usted una vida ascética alejada de la civilización y evite todas las aberraciones alimentarias, su sangre y sus demás tejidos están forzosamente acumulando toxinas y perdiendo poco a poco su vitalidad funcional. Si no se limpia de estas toxinas de una forma regular, la toxemia se vuelve cada vez más grave, hasta que el cuerpo es incapaz de seguir soportándola y, o bien se purga espontáneamente en forma de diarrea, acné, erupciones, « manchas marrones», sudor maloliente, hedor corporal, halitosis y demás, o bien renuncia por completo a la lucha y cae víctima de un cáncer, una tuberculosis o cualquier otra enfermedad.
Un boletín de Associated Press fechado el 28 de mayo de 1986 informa sobre los siguientes resultados del ayuno forzado en ratas de laboratorio, obtenidos en un reciente estudio sobre el envejecimiento que fue llevado a cabo en los Estados Unidos:
Cuando la dieta de las ratas de laboratorio es drásticamente reducida, las ratas viven mucho más tiempo que aquellas otras, en todo lo demás idénticas, a las que se permite comer tanto como quieran. De hecho, los investigadores declaran que esta limitación de los alimentos es la única forma que conocen de prolongar significativamente la duración normal de la vida de estos roedores.
El ayuno también restablece el adecuado pH de la sangre. Como ya hemos visto, el Yin y el Yang de la dieta y la digestión se traduce a la terminología científica occidental como equilibrio ácido/básico. La acidosis de la sangre se ha convertido en una importante afección de la civilización contemporánea, y es la responsable de toda clase de desgracias. Cuando la acidez de la sangre alcanza niveles intolerables, la corriente sanguínea deposita el ácido en las diversas articulaciones, en forma de cristales que luego forman «espolones» que literalmente «sueldan» las articulaciones y sustituyen al líquido sinovial que las lubrifica naturalmente. La consecuencia es una dolorosa e incapacitante artritis. El ayuno permite que las enzimas entren en las articulaciones y disuelvan dichos cristales, con lo que se restaura el líquido sinovial y se recobra la movilidad de la articulación. El ayuno elimina también la acidosis de la propia corriente sanguínea. De hecho, los desagradables efectos secundarios que se perciben durante los tres primeros días de un ayuno se deben únicamente a que estos cristales ácidos y otras toxinas entran en la corriente sanguínea en masa para ser eliminados.
El ayuno constituye una excelente terapia para los trastornos mentales. En Rusia, donde el ayuno recibe el nombre de «cura de hambre», se han obtenido resultados espectaculares. En 1972, el Dr. Yuri Nikolayev, del Instituto de investigaciones Psiquiátricas de Moscú, informó que había tratado con éxito a más de 7.000 pacientes que sufrían diversos trastornos psíquicos, como esquizofrenias y neurosis.
¿Padece usted de impotencia o esterilidad? Quizás haría bien en buscar al culpable en su colon. Los cólones obstruidos e intoxicados afectan negativamente a la sexualidad masculina y femenina al oprimir, y por tanto, perturbar, los órganos y glándulas sexuales. Se han comunicado numerosos casos de matrimonios que, tras 10 o 20 años de «esterilidad», han engendrado repentinamente un hijo tras unos cuantos ayunos terapéuticos combinados con irrigaciones colónicas.
El médico Chang Tsung-cheng de la dinastía Sung, en el siglo x de nuestra era, escribió detenidamente sobre los beneficios terapéuticos de limpiar el colon de las toxinas y residuos en él acumulados, y recomendó esta terapia para toda clase de trastornos en apariencia dispares, tales como indigestión, estreñimiento, problemas respiratorios, jaquecas y fiebres, articulaciones rígidas y doloridas, anomalías mentales y emocionales, etc. Según dejó escrito, todos los médicos saben que la libre circulación de la sangre y la energía vital son los más importantes factores de la salud. Pero si el estómago y los intestinos están bloqueados, entonces la sangre y la energía se estancan.
El método taoísta tradicional para la limpieza del colon consistía en ayunos combinados con potentes hierbas purgantes que disolvían las mucosidades y dragaban los residuos del colon. Estos métodos aparecen citados ya en el siglo III a. de C., en el Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo.
Hoy en día, los laxantes y purgantes químicos han llegado a figurar entre los medicamentos más vendidos del mundo occidental, donde el estreñimiento se ha convertido en un problema crónico para jóvenes y viejos, hombres y mujeres por igual. A diferencia de las hierbas naturales que los médicos chinos todavía utilizan para purgar los intestinos, en combinación con ayunos terapéuticos y terapia nutricional, estos laxantes occidentales están compuestos por productos químicos inorgánicos que resultan absolutamente incompatibles con el organismo humano. Para producir su efecto, irritan tan intensamente las mucosas del colon que éste literalmente se contrae como una serpiente herida para expulsar la perniciosa droga junto con cualquier residuo suelto que se encuentre en su camino. Estos laxantes no hacen nada en absoluto para desprender las profundas incrustaciones de desechos proteínicos putrefactos, residuos tóxicos de la fermentación y capas de mucosidades secas. Con el uso prolongado, dichos productos acaban debilitando tanto los intestinos que al fin cesan completamente de funcionar sin el estímulo artificial de laxantes cada vez más potentes. Y cuando éstos ya no hacen efecto, el siguiente paso del desventurado paciente es acudir al quirófano para que le hagan una colostomía.
Por fortuna, existe otra forma mejor de limpiar el colon y restaurar la actividad intestinal normal, forma basada únicamente en el elemento más abundante y más vital de la naturaleza: el agua. Se trata de un sistema mecánico, sin ningún producto químico, que limpia completamente el colon de heces bloqueadas y de residuos tóxicos incrustados sin producir ningún efecto secundario en absoluto. Este método es la irrigación colónica.
Fuente:Saiku

Cualquier duda consulte a su médico.

EL FIN DEL SUFRIMIENTO



El sufrimiento puede ser quitado de tu vida cuando aceptes que ya ha sido demasiado y que hay otro camino.

"No te quieres rendir, rendirse significa "aceptar este momento como es". Pero no serás capaz de rendirte a 
menos que estés sufriendo mucho, y ya hayas tenido suficiente.

Y en determinado momento reconoces que todo ese sufrimiento es autoinflingido (te lo haces tú), es creado por no querer aceptar las cosas como son, es creado cuando interpretas las cosas a tu manera de algo que ya Es.

El sufrimiento proviene de los pensamientos, de la manera que interpretamos las cosas, no de la situación.

Los seres humanos crean su propio sufrimiento. Asi que, te das cuenta que ya tuviste suficiente, y solamente cuando ya tuviste verdadeamente suficiente sufrimiento en tu vida, eres capaz de decir: "Ya no necesito este sufrimiento". El sufrimiento es un gran maestro. Es la única forma de aprendizage espiritual de muchas personas. El sufrimiento te hace profundizar, poco a poco, te hace interiorizar, te muestra cual es el ego.

Para algunas personas este conocimiento llega cuando sienten que ya tocaron fondo.

Lo que hacen es alimentar el sufrimiento hasta que llegan al punto de estar listos para escuchar el mensaje que dice: "Hay otra forma de vivir sin crear más sufrimiento para ti mismo".

Cuando estás listo para escuchar este mensaje, que es realmente el mensaje que hay en la espiritualidad, llega el fin de vivir en un estado de sufrimiento.

Por tanto, uno podría decir que necesita sentir el sufrimiento para darse cuenta de que ya no necesita sufrir más. Si no ha sufrido, esta enseñanza no podria existir.

Porque como ser humano, no crecería espiritualmente si no hubiera sufrido.

Cuando ya no te causas más dolor a ti mismo, porque recuerda que son tus pensamientos y la forma de ver las cosas lo que te hace sufrir más que nada (no es la situación, sino la interpretación tuya de la situación). Cuando ves eso, ves que hay otra forma de vivir en la cual ya no luchas mentalmente para tratar de cambiar lo que Es, es cuando llega el fin del sufrimiento autoinflingido. Y si ya no lo hago conmigo mismo, tampoco lo haré con los demás.

Eckhart Tolle

REFLEXIÓN DEL DÍA



En la infinitud de la vida, donde estoy, todo es perfecto, 
completo y entero, y sin embargo, la vida cambia siempre. 
No hay comienzo ni hay final; 
sólo un reciclar constante de la sustancia y las experiencias. 
La vida jamás se atasca, ni se inmoviliza ni se enrancia, 
pues cada momento es siempre nuevo y fresco. 
Soy uno con el mismo Poder que me ha creado, 
y que me ha dado el poder de crear 

mis propias circunstancias.
Me regocija el conocimiento de que tengo poder
para usar mi mente tal como yo decida.
Cada momento de la vida es un comienzo nuevo que nos
aparta de lo viejo y este momento es un nuevo comienzo
para mí, aquí y ahora
Todo está bien en mi mundo.