Pimientos picantes: contienen una sustancia que incrementa la tasa metabólica y la circulación sanguínea, pero además, reducen el apetito.
Cereales integrales: se trata de carbohidratos que ofrecen una estabilización de insulina y que queman tu energía a largo plazo, al contrario que otros carbohidratos como los azúcares (que ralentizan el metabolismo).
Brécol o brócoli :además de activar tu metabolismo, se trata de un alimento depu
rativo ideal.
Sopas: te hace quemar más grasa y además te hace sentir lleno, minimizando las posibilidades de comer más allá de tus posibilidades.
Té verde: contiene sustancias que elevan la adrenalina, lo que favorece el aumento del gasto energético.
Manzanas y peras: algunos estudios recientes han mostrado que consumir manzanas y/o peras acelera la pérdida de peso.
Especias: la canela, el curry, o la pimienta provocan mayor gasto energético por el simple hecho de generar calor, lo que acelera la combustión energética y actúa como quema-grasas durante la digestión.
Frutas cítricas: la vitamina C reduce los picos de insulina, manteniéndola estable. Eso contribuye a mantener la tasa metabólica alta.
Nueces: los alimentos ricos en Omega3 reducen la producción de leptina, impidiendo que el organismo se “acostumbre” a la misma, lo que produciría una disminución de la tasa metabólica.
Lácteos: los alimentos ricos en calcio aceleran la combustión de las grasas.
Sopas: te hace quemar más grasa y además te hace sentir lleno, minimizando las posibilidades de comer más allá de tus posibilidades.
Té verde: contiene sustancias que elevan la adrenalina, lo que favorece el aumento del gasto energético.
Manzanas y peras: algunos estudios recientes han mostrado que consumir manzanas y/o peras acelera la pérdida de peso.
Especias: la canela, el curry, o la pimienta provocan mayor gasto energético por el simple hecho de generar calor, lo que acelera la combustión energética y actúa como quema-grasas durante la digestión.
Frutas cítricas: la vitamina C reduce los picos de insulina, manteniéndola estable. Eso contribuye a mantener la tasa metabólica alta.
Nueces: los alimentos ricos en Omega3 reducen la producción de leptina, impidiendo que el organismo se “acostumbre” a la misma, lo que produciría una disminución de la tasa metabólica.
Lácteos: los alimentos ricos en calcio aceleran la combustión de las grasas.