Tartaletas deliciosas, súper fáciles, súper rápidas y además preciosas. Estas liliputienses de la repostería raw podrían formar parte de uno de esos surtidos de pastas de domingo que venden en las pastelerías, ¿verdad?. Pero estas si que son de lujo. De lujo porque están hechas de los mejores ingredientes. Sin azúcar, sin gluten, sin harinas, sin huevos… vamos unas SIN SIN SIN en toda regla y con unos cuantos CON CON CON de esos que te colocan la sonrisa en la cara, porque además de darte un caprichazo, resulta encima que te estás mimando y nutriendo no sólo tus sentidos si no también tus células y tus tejidos,.. por eso mismito estas preciosidades se merecen un Oh YeAh! en toda regla, ¿a que si?.
Estas joyitas fueron creadas cuando Cris, de El Universo de Cris y yo decidimos el pasado jueves tarde que queríamos ofrecer un regalito especial de despedida a tod@s l@s participantes del reto RAW (que por cierto…¡¡queeeee super-éxito!! repetiremos ¡SEGURO!) Así que el viernes me puse con mi parte (el postre) con cuatro ingredientes que tenía en casa, improvisando sobre la marcha (por eso esta vez no hay foto de ingredientes, uops, lo siento!! me los fui acabando por el camino.
Debo reconocer que yo fui la primera sorprendida con el resultado, pero sobretodo me di cuenta del éxito de mi creación al ofrecerlos en una reunión familar: éstas volaron al ritmo de mmms y ñooooms, entre asistentes para nada habituados a los dulces veganos y ya no te digo crudiveganos.
Bueno, dicho esto, ¿tienes ya papel y boli para apuntar los ingredientes? Corre a por ello!
Son realmente fáciles y rápidas de hacer, los ingredientes son muy sencillos y son perfectas para hacer con niños.
Si no tienes moldes pequeños, puedes moldearlos solo con las manos, haciendo bolitas chatas con un agujerito en el centro.
Ah! yo usé frambuesas liofilizadas para decorar porque es lo que tenía en casa pero si puedes acceder a frambuesas frescas, ¡mejor que mejor! O si no con cualquier otra cosa que os guste (podrían ser trocitos de mango fresco y coco rallado o cáscara fresca de limón).
Por cierto… nota especial para los que me seguís de cerca y sabéis lo insistente que soy con la correcta combinación de los alimentos: si, es cierto, lo se, me estoy saltando todas las normas que os comento siempre son tan importantes. Soy PLENAMENTE consciente de ello. Así que voy a aprovechar la ocasión para repetir lo que siempre que se me pregunta contesto:
Lo importante es lo que creamos en el día a día, ser conscientes de nuestras comidas, cuidar nuestra digestión, para poder gozar de los caprichos puntuales. Un día es un día ¿eh? no nos vayamos a poner ahora demasiado estrictos, que eso NO es sano y demás le quitamos la gracia a la vida, que ya nos estamos cuidando mucho y no queremos ser extremistas, ¿verdad?
Por cierto, ¿sabías que el aceite de coco produce energía y no grasa?
Cuando consumimos grasas, esta es digerida y degradada a ácidos grasos individuales los cuales son empaquetados en pequeños sacos de grasa y proteína que se llaman lipoproteínas. Estas lipoproteínas son enviadas a la sangre donde los ácidos grasos son depositados directamente en nuestras células adiposas (que soportan grasa). Sin embargo los Ácidos Grasos de Cadena Media (como los que contiene el aceite de coco) son digeridos y utilizados de forma diferente. Estos ácidos grasos no son empaquetados en forma de lipoproteínas y no circulan en la sangre como el resto de las grasas y por lo tanto no son almacenados como grasa, estos ácidos son enviados directamente al hígado donde son inmediatamente convertidos en energía. Por lo tanto el consumo de aceite de coco no significa el aumento de peso (especialmente a la altura de la cintura) por el almacenamiento de energía como los aceites convencionales, si no que este aceite es utilizado como energía al momento de consumirlo. Además, el aceite de coco es uno de los alimentos que aumenta el gasto metabólico. Los Ácidos Grasos de Cadena Media hacen que el metabolismo de cada uno de nosotros aumente de una forma considerable haciendo que se quemen calorías en exceso. Debido a que este tipo de ácidos grasos incrementan el gasto metabólico, el aceite de coco es una grasa que promueve la pérdida de peso.
Fuente: Salud-Viva