miércoles, 24 de octubre de 2018

LUNA LLENA en TAURO!! – 24 de Octubre

Resultado de imagen para LUNA LLENA en TAURO octubre 2018

Ya estamos de camino a esta extraordinaria y potente Luna Llena en Tauro, que como todas, trae un mensaje único y esclarecedor para muchos de nosotros. Su intensidad siempre dependerá de qué contactos hace en tu carta natal. Lo de “unico”, va porque en esta lunación el Sol se encuentra al lado de Venus (retrógada todavía en Escorpio) y la Luna en línea con Urano en Tauro. Es decir, existe una oposición Urano-Venus y la Luna Llena la activa. Todo en la angularidad Tauro-Escorpio. Pero es que esta gran oposición forma ángulos de 90º (cuadraturas) a los Nodos Lunares (en Acuario-Leo), por tanto forman una Gran Cruz, en signos fijos, aspecto que energiza, llama a la acción, a la liberación, confronta, impulsa al cambio, al mismo tiempo que lucha por mantener el status quo, para no perder ese sentido de seguridad que todos necesitamos. Por tanto, no es una situación muy fácil, especialmente para los signos fijos: Tauro, Leo, Escorpio, Acuario. Muy especialmente aquellos nacidos en los primeros grados de estos signos, por tanto: entre el 19 y el 22 de Enero, entre el 19 y 22 de Abril, entre el 22 y 25 de Julio, y entre 22 y 25 de Octubre.

Con esto no quiero decir que se trata de una situación negativa, sino todo lo contrario. “Difícil” no es sinónimo de “negativo”. Difícil es sinónimo de desafío y es a través de ellos que uno encuentra su fuerza interna, expande su intelecto y se acerca al alma. Esto nos recuerda que si ignoramos estos mensajes de los Dioses, podemos confundir sus bendiciones con maldiciones. Los dioses no nos envían maldiciones sino que somos nosotros que convertimos esos regalos de los Cielos, en ellas, por no entender el mensaje que viene con cada uno de estos desafíos. Si logras mirar con atención y detenimiento lo que tienes enfrente, lo que está escondido en ello se te revelará. Esto requiere “mirar” de una forma especial, con los dos ojos y los oídos bien abiertos, y no con desgana. También se necesita dejar los prejuicios a un lado y simplemente observar. Entonces la visión cambia completamente y podemos comenzar a “ver” lo que realmente está enfrente nuestro.

Esta Gran Cruz que envuelve los Nodos Lunares, nos impulsa a mirar al frente con la consciencia de lo que dejamos atrás, sin olvidar, sino simplemente para evolucionar, que es el impulso natural de la Vida. Aceptando la sabiduría que emana de mirar, no sólo hacia afuera, sino también hacia dentro, trabajo que requiere un “coraje” inconmensurable y la convicción de que es allí donde encontraremos el néctar.

Esta lunación que envuelve a Venus en Escorpio, en retrógrado y en oposición a Urano, parece evocar la historia de Innana (Diosa del Cielo), a veces llamada Ishtar, la Venus sumeria y su descenso al Submundo a encontrarse con su hermana Ereshkigal (Diosa del Submundo). El descenso de Innana es un llamado de lo femenino, una llamada a transitar ese sendero que toda mujer debe recorrer para re-encontrarse con su lado más primitivo y salvaje, para poder sentirse completa. Cuando Innana decide descender al “mundo invisible” para acompañar a su hermana en un momento doloroso causado por la muerte de su esposo, al llegar a la primera puerta del Inframundo, se detiene ya que alguien le pide que se declare. El portero del Gran Abajo, le pregunta su nombre, a lo que ella responde: “soy Innana, Diosa de los Cielos y vengo a ver a mi hermana”. El hombre informa a Ereshkigal, reina del gran abajo, que Inanna, “Reina del cielo, del lugar donde sale el sol”, pide la admisión a la “Tierra sin Retorno” para presenciar el funeral de Gugalanna, marido de Ereshkigal.
Para esto debe pasar por 7 portales ( símbolo de los 7 chacras, y del recorrido de Urano por cada signo) y en cada uno de ellos debe despojarse de alguna pieza de su vestimenta: primero que nada, su corona, luego su collar, luego sus pendientes y así susesivamente hasta quedar completamente desnuda. Este magnífico símbolo de lo que se requiere en el viaje al encuentro con nosotras mismas, donde nada material puede distraernos, ni posición social, ni dinero, pues allí eso no significa nada, y además nadie puede acompañarnos. Este recorrido sólo podemos hacerlo solas. Cuando finalmente llega frente a su hermana esta procede a golpearla y clavarla en una estaca para que muera lentamente. Afortunadamente, Innana había dejado instrucciones a su más fiel asistenta, Ninshubur, que si ella no estaba de vuelta en 3 días, debía ir a buscar primero a sus padres, y si ellos se negaban a ayudar, buscar ayuda en Enki, dios del Agua y la Sabiduría quien sin ni siquiera pensarlo, corre al submundo a rescatar a Innana. Ereshkigal, sufriendo por la muerte de su marido, recapacita y finalmente deja ir a Innana y le devuelve la vida con la condición que ésta enviara a alguien en su lugar.

Cuando Innana vuelve a su reino, se encuentra a su marido disfrutando del trono, sin dolor alguno por su muerte y decide que será él quien le reemplaze en el Submundo. Hay varias versiones de esta historia, en una de ellas, Innana se apiada de su marido y arregla con su hermana Ereshkigal, que él pasará 6 meses del año en las oscuridades y los otros 6 retornará a ella en los Cielos. Esta historia es parecida a la de Ceres y Persefone, que reflejan las cuatro estaciones del año y los 6 meses que se pasan en el submundo son un símbolo del Otoño y el Invierno.

Desde luego es difícil saber el significado de estas historias en el momento que fueron escritas, pero simbólicamente, sí que hablan claramente del viaje femenino a las profundidades de las emociones más primitivas y el encuentro con la Sombra. No sólo lo he vivido en mi propio viaje, sino en el de las innumerables valientes mujeres sin verdadera conexión con Madre, con quien he trabajado en terapia y quienes he acompañado a través de estos 7 portales. Y es que la verdadera liberación sólo llega después de haber recorrido las catacumbas del alma. Este descenso hacia la Oscuridad del Submundo y también hacia lo profundo del Anima Mundi o Alma del Mundo, es vital para que podamos rescatar lo sagrado y el respeto por todo lo que vive, y dejemos de una vez por todas la idea de que el Ser Humano es el único ser inteligente y con un propósito y el centro del Universo. Nuestra ceguera al propósito del Cosmos en relación al Ser Humano debe encontrar un puente que finalmente nos ayude a RE-conectar con el Alma Mundi y con la Diosa o mejor dicho, la Naturaleza y así poder reconocer y comprender los mensajes del Cosmos. Cuando destruímos lo sagrado, lo que sigue, inevitablemente es el desencanto.

El viaje de Venus en retrógrado en el signo de Escorpio, siendo la regente de esta Luna Llena en Tauro, parece relatar este tipo de experiencias, que nos fuerzan a confrontarnos con lo que realmente sentimos cuando no estamos distraídas por el móvil, el ordenador, los amigos, el trabajo, la TV, la pareja, y todo aquello que impide que nos miremos con atención permitiéndonos sentir de verdad. Este proceso puede ayudarnos como nada más, a comprender porqué atraemos el tipo de pareja, con quien nos encontramos más de una vez, o porqué no nos encontramos con la pareja que deseamos. Las hijas del patriarcado padecemos de este tipo de dilema y es sólo a través del encuentro con la Diosa, que podemos encontrar respuestas.

Saturno ya se aleja de la cuadratura a Kirón que nos acompañó todo el año, desde segunda parte del 2017, y que nos deja con la certeza interna que nuestra herida, viene desde mucho más lejos que el principio de nuestra vida, y que a cada uno de nosotros nos toca curar “nuestro trozo” del dolor, ya que no podemos hacernos cargo del dolor de nuestros padres y nuestros abuelos y por sobre todo, que ello no significa que les amemos y respetemos menos y comprendamos lo que les tocó vivir.

Esta Luna Llena en Tauro, recibe un trígono de Saturno que muy amigablemente nos entusiasma con la idea que es posible mantener los pies en la tierra y mantener estructuras y al mismo liberarnos interiormente. Liberarnos de los dolores de nuestros ancestros no significa dejar de reconocerles como el motivo de nuestra existencia.

Si eres una mujer joven, no temas este viaje, déjate llevar por tu maravillosa sabiduría interna y ten fe, en todas las mujeres que vivieron todo tipo de dolores y alegrías antes que tú, cuyo conocimiento y voces llevas en tu interior.

Feliz Luna Llena en Tauro a todos
Fuente https://astrologiaarquetipica.wordpress.com

Nuestras emociones se ocultan en la espalda

Resultado de imagen para Nuestras emociones se ocultan en la espalda

Las emociones y sentimientos reprimidos pueden causarnos enfermedades como gastritis o úlceras, pero también dolor de espalda. Esto está probado por estudios que concluyen que las emociones afectan a los dolores crónicos de espalda, y también dicen que en la zona frontal y en el núcleo del cerebro, es donde se crea el grado del padecimiento y su progreso.

Empezaremos por determinar, que la columna vertebral en sí misma, representa simbólicamente “el soporte que sentimos en la vida”. La forma en que nos sentimos fuertes, comprendidos, apoyados por la familia, apoyados por los amigos, etc. La columna vertebral es físicamente, el soporte de todas las cargas físicas y emocionales, es el pilar de nuestra existencia, no sólo por su función estructural, sino por lo que ella recubre y protege, nuestro sistema nervioso.

A través de la columna, el cerebro controla todos los movimientos físicos, psíquicos y biológicos, ordena y recibe mensajes de las diferentes partes del cuerpo. Esta información circula por los meridianos, la médula y los nervios de la espalda, principalmente. Se ha descubierto, que el dolor que provoca las lesiones, estaría relacionado con el estado emocional del cerebro. Nuestra actitud y pensamientos pueden determinar diferentes estadios de dolor.

La biodescodificación, relaciona las molestias de la espalda y sus síntomas con emociones bloqueadas, con emociones y sentimientos no conscientes. Muchas enfermedades (Síntomas), están relacionadas con la espalda, muchas de ellas, provocadas por pequeños desplazamientos de las vértebras que oprimen los nervios que sustentan nuestros órganos y distintas partes del cuerpo, o por desgaste de las mismas, traumatismos, etc. Pero sea cual sea el síntoma, es debido a una emoción, y dependiendo del grado de conflicto emocional, es la cantidad de dolor que se presenta.

Los estados emocionales también pueden afectar al resto de nuestro cuerpo, aunque en la espalda le generaran un trabajo extra, aquejando la respiración, impidiendo que entre el suficiente aire para mantener la fuerza necesaria. El estrés castiga nuestro estado físico y emocional, nos produce impotencia muscular, orgánica y hasta mental. La musculatura que cubre la parte superior de nuestra espalda indica como nos sentimos, si estamos contentos el cuello estará derecho, nuestro semblante relajado, y sin tensiones, pero si estamos tristes, nuestra mirada se dirigirá al suelo, igual que el cuello y la cabeza que se inclinarán hacia adelante.

También nos sentiremos cansados y desanimados, sin ninguna causa aparente, esto está provocado porque respiramos mal, y no tenemos la energía suficiente para actuar. La musculatura estará rígida, y la circulación sanguínea será lenta, tendremos dolor de cabeza, la vista cansada y el sistema digestivo con molestias.

Las Vértebras cervicales
Se relacionan con la comunicación y como afrontamos la vida. Representan nuestra flexibilidad para cambiar, para superar, para enfrentar lo que se vive. Un dolor en el cuello indica negación, rigor, y obstinación. Así que pregúntate, qué tan flexible eres o qué tan terco eres. Entre más seas obsesivo por hacer las cosas a tu manera y a tu modo y entre más te niegues a cambiar o a hacer cosas diferentes o a hacer las mismas cosas de manera diferente, más te dolerá el cuello. Y si amaneces con dolor en el cuello, no es que hayas dormido en mala posición, es por aquello que vienes pensando hace tiempo o unas horas antes en donde interviene tu necedad por no “cambiar en algo”…

Si el dolor de espalda, ocurre al nivel de los hombros, significa que existe una falta de apoyo emocional por parte de tus seres queridos. Te sientes sólo en ese importante proyecto, te sientes sin apoyo para hacer algo, necesitas amor y abrazos que te motiven. En el momento en que tu seguridad crezca y no necesites la aprobación de los demás, adiós dolor. Tú puedes.

Las Vértebras dorsales
Son las vértebras a la altura del pecho, pero obviamente en la parte posterior. El dolor en estas vértebras, provoca que nos inclinemos hacia adelante, como si cargáramos un gran peso en la espalda. Estas vértebras suelen doler cuando nuestra vida diaria está llena por responsabilidades que no queremos, que no aceptamos. Y puede ser tan simple como lavar los platos, planchar o cualquier actividad que “no nos gusta”. O puede ser cargar con la responsabilidad de mantener a toda una familia, cuidar de alguien, realizar un trabajo que no nos complace.

Cuando te duelan estas vértebras, pregúntate qué estás haciendo que no te gusta o con qué responsabilidad estás cargando que no aceptas ni disfrutas. La parte central de la espalda, digamos entre el pecho y el ombligo, pero en la parte posterior, representan la culpa. Son las vértebras más pequeñas y menos flexibles de nuestra espalda. Los dolores en dichas vértebras, pueden deberse a angustia, estrés, inquietud, ansiedad, tristeza, pero sobre todo de culpabilidad por algo que hemos hecho o hemos dicho.

Cuando te duelan estas vértebras, pregúntate en qué te has comprometido sin quererlo o por qué te preocupas más por los demás que por ti. ¿Te comprometiste a cuidad a tus sobrinos cuando en realidad querías ir a cortarte el cabello? Cosas tan simples como este ejemplo, pueden hacer que duela la parte media de la espalda, ya imaginarás un compromiso mayor. O una culpa mayor.

Las Vértebras lumbares
Estas vertebras van desde tu cadera hasta tu coxis, esas que representan tu verdadera esencia y aquello que no puedes negar. Esta zona representa tu voluntad y tu equilibrio y hasta tu vida espiritual, tu verdadera naturaleza está determinada por esta zona. Tu puedes andar por la vida diciendo que vives en paz, que nada te preocupa, que tu vida es perfecta y feliz, pero de pronto, viene un dolor en esta parte que te dice: “la verdad es esta….” Necesitas preocuparte menos por el dinero… Necesitas moderación en tu vida sexual…. Necesitas vivir en equilibrio…. Necesitas tener fe….

Cuando hay dolor en esa zona, hay inflamación, y muchas veces se confunde con dolor de riñones, pero emocionalmente y en una gran mayoría de los casos, tener un dolor en estas vértebras, significa: “estoy gastando mucho dinero y me preocupa acabármelo”. Y cuando ya sentimos “piquetes”, es que nuestro miedo a quedar “pobres” es realmente grave.

Así que cada vez que sientas dolor en esta zona, además de analizar si realmente tu vida es tan buena como la pintas, piensa qué fue lo último que compraste o en qué gastaste que te hizo sentir que estabas “gastando mucho”. El simple hecho de tomar conciencia de que el dinero viene y va y que llegará más y que por gastado en “aquello” no quedarás pobre, te anulará el dolor.

Por eso la espalda es la zona de la fe, de tu esencia, porque debes confiar en que el universo proveerá y que jamás faltará.

-Elizabeth Romero y Edgar Romero-
Fuente http://paradigmaterrestre.com