ROSTRO ALARGADO
Personas con tendencia a la poca actividad. Tienen predisposición a no terminar lo que comienzan, de no ser que les aprieten o tengan una necesidad u obligación imperiosa. A veces pueden aparentar “mártires” para conseguir su finalidad y hagan su labor los demás. Utilizan frases como: “hazlo tú, que lo haces mejor que yo”. Existen personas de rostros alargados que son más activos, pero necesitarán poseer una muy buena tonicidad del rostro. Sólo de esta manera, podrán compensar su pasividad innata de la cara alargada.
ROSTRO CORTO
Son personas generalmente muy trabajadoras y extremadamente impacientes. No dejan para mañana lo que pueden hacer hoy. Si además su piel es de tono colorado, todavía serán más activos y nerviosos. En Morfopsicología, todo lo corto nos habla de acción rápida, mientras que lo alargado irradia tranquilidad. El rostro corto quizás no tiene grandes infraestructuras en su mente, pero seguro que llega a especializarse más en la materia que elige, como por ejemplo un excelente dentista. Recordemos que todo lo ancho es más realizador que todo lo alargado, más pasivo y teórico. Hay que tener mucho cuidado con ellos, ya que la paciencia no es precisamente su fuerte y si abandonan es para siempre. Tienen facilidad para cambiar de labor, porque son muy autodidactas y se instruyen muy pronto.
Ilustración y textos: Moisés Acedo Codina
Morfopsicólogo nº3898
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