La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento contínuo de las cifras de presión sanguínea en las arterias. Aunque no hay un umbral estricto que permita definir el límite en
tre el riesgo y la seguridad, de acuerdo con consensos internacionales, una presión sistólica contenida por encima de los 139 mmhg , están asociadas con un aumento medible del riesgo de aterosclerosis y por lo tanto, se considera como una hipertensión clínicamente significativa.
La hipertensión arterial se asocia a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente altas, por lo que se considera uno de los problemas más importantes de la salud pública, especialmente en los países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. Es una enfermedad asintomática y fácil de detectar, sin embargo cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo.
Se sabe que el sobrepeso que de por sí es dañino, en el caso de los hipertensos aumenta los riesgos y evita que la presión regrese a un nivel saludable. De ahí que lo primero que se recomiende en caso de ser diagnosticado sea bajar de peso. Para facilitar la reducción del peso, el bombeo del corazón y la funcionalidad de las arterias se recomienda la actividad aeróbica, que siempre debe acompañar a una buena dieta.
Además de eliminar el sodio y la sal, todas las comidas deben ser cocinadas con condimentos naturales, que no vengan preparados de antemano o que uno de sus ingredientes sea la sal. Contrarimente, el potasio se considera altamente benefactor para disminuir los efectos negativos de la hipertensión, por lo que deb aumentarse su ingestión. Los alimentos como las frutas y vegetales no cocinados poseen un alto contenido de potasio por lo que son altamente recomendables. también debe ser incluídos en la dieta legumbres, lácteos descremados y deslactosados.
La hipertensión arterial se asocia a tasas de morbilidad y mortalidad considerablemente altas, por lo que se considera uno de los problemas más importantes de la salud pública, especialmente en los países desarrollados, afectando a cerca de mil millones de personas a nivel mundial. Es una enfermedad asintomática y fácil de detectar, sin embargo cursa con complicaciones graves y letales si no se trata a tiempo.
Se sabe que el sobrepeso que de por sí es dañino, en el caso de los hipertensos aumenta los riesgos y evita que la presión regrese a un nivel saludable. De ahí que lo primero que se recomiende en caso de ser diagnosticado sea bajar de peso. Para facilitar la reducción del peso, el bombeo del corazón y la funcionalidad de las arterias se recomienda la actividad aeróbica, que siempre debe acompañar a una buena dieta.
Además de eliminar el sodio y la sal, todas las comidas deben ser cocinadas con condimentos naturales, que no vengan preparados de antemano o que uno de sus ingredientes sea la sal. Contrarimente, el potasio se considera altamente benefactor para disminuir los efectos negativos de la hipertensión, por lo que deb aumentarse su ingestión. Los alimentos como las frutas y vegetales no cocinados poseen un alto contenido de potasio por lo que son altamente recomendables. también debe ser incluídos en la dieta legumbres, lácteos descremados y deslactosados.
Consulte a su médico cualquier duda.
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