jueves, 22 de noviembre de 2012

ESPIRULINA



espirulina
Los mayas eran grandes consumidores de espirulina, alga de agua dulce, rica en proteínas (posee 21 de los 23 aminoácidos y los 8 esenciales, sobre todo triptofano que es un potente antidepresivo), vitaminas (es la fuente natural más rica en B12), minerales (hierro, magnesio, potasio), enzimas, antioxidantes y ácidos grasos esenciales.
Como vegetales -acuáticos, pero vegetales al fin- las algas tienen la capacidad intrínseca de sintetizar AGE (ácidos grasos esenciales). Este hecho convierte a las algas en fuente proveedora de poliinsaturados para el reino animal (peces y humanos). Debido a que se consumen en bajas dosis (son más bien un acompañamiento de cereales, legumbres y hortalizas) y luego de procesos de cocción, no podemos considerar a las algas como fuentes principales de lípidos. Sin embargo, este ejemplar de agua dulce merece un especial comentario en este ámbito, dado la cantidad y calidad de nutrientes útiles que ofrece.
La espirulina (Spirulina maxima) es una primitiva alga unicelular cuya historia se remonta a unos 3.500 millones de años; es una de las plantas más antiguas del mundo y sin dudas la más pequeña. Esta microscópica alga azul verdosa crece espontáneamente en lagos alcalinos (como el Texcoco de Méjico o el Lago Chad del homónimo país africano), cuyas condiciones impiden el desarrollo de otros organismos vivos. Esto convierte a la espirulina en un producto confiable, pues en aguas alcalinas hay muy pocas bacterias. Siendo un alimento que no recibe más tratamiento que el secado, su posible contaminación bacteriana resulta insignificante. Además la espirulina posee una enzima de restricción (SPL1) que inhibe el crecimiento de microbios, hongos y levaduras, y que la protege de virus y bacterias.
La espirulina era parte esencial de la dieta de mayas e indígenas africanos, que practicaban su recolección y secado. En el futuro puede convertirse en un alimento estrella, ya que puede producirse rápidamente (duplica su biomasa en 4/5 días) en estanques poco profundos, brindando un rendimiento proteico por unidad de superficie 20 veces superior a la soja, 40 veces superior al maíz y 400 veces superior al ganado vacuno. Actualmente existen gran cantidad de emprendimientos en el mundo que se dedican a su cultivo.
La investigación científica ha verificado la gran riqueza constitutiva de la espirulina; ya se llevan aislados más de 60 componentes y se presume que la tarea está incompleta. Es una de las fuentes naturales más proteicas; casi el 70% de su peso está constituido por aminoácidos. Su proteína es completa y de alto valor biológico: posee 21 de los 23 aminoácidos (todos los esenciales) en proporción casi ideal, destacándose el triptofano (antidepresivo por excelencia) y la fenilalanina (otorga sensación de saciedad) como los de mayor concentración.
A nivel de lípidos, si bien la espirulina no posee abundancia (llega a un 7%), tiene gran calidad de AGE (ácidos grasos esenciales), los cuales se reparten entre omega 3 y 6, destacándose la presencia de un importante ácido graso activado: el GLA (gamma-linolénico), clave en la síntesis de los eicosanoides benéficos.
La espirulina contiene entre un 15 y un 25% de azúcares, lo cual proporciona energía rápida sin sobrecargar el páncreas ni desencadenar hipoglucemia. Entre estos glúcidos se destaca la presencia de un raro azúcar natural (ramnosa) que favorece el metabolismo de la glucosa y posee un efecto favorable en la diabetes. Diez gramos de esta alga aportan solo 36 calorías, razón por la cual es muy recomendada en dietas de adelgazamiento.
En materia vitamínica, la espirulina posee una gran riqueza. Además de vitaminas A (diez veces más concentración que la zanahoria y en la forma segura de betacarotenos), B1, B2, B5, B6, ácido fólico, E y H, se destaca por ser la fuente natural más rica en B12 (pocos gramos cubren las necesidades diarias de dicha vitamina, siendo totalmente asimilable al no haber proceso de cocción). Resulta entonces un complemento ideal en dietas vegetarianas estrictas.
En cuanto a minerales, la espirulina es especialmente rica en hierro altamente asimilable (cinco veces más que el hígado); diez gramos satisfacen las necesidades diarias de un adulto. Pero también contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, manganeso, selenio, cromo, cobre, cinc y germanio, con escasa presencia de sodio. También está bien dotada de clorofila, carotenos, ácidos nucleicos, enzimas y fibra soluble (mucílagos).
Acaso la principal propiedad de las algas espirulina no sean sus valiosos componentes físicos, sino su acción vitalizante sobre nuestro metabolismo energético. Recientes investigaciones muestran que el factor primordial en la calidad de un alimento, es su energía solar (fotones). A través del alimento, absorbemos biofotones (partículas luminosas), que transmiten a las células importante información biológica para modular procesos vitales del cuerpo. Los biofotones poseen una gran fuerza de organización y regulación que proporciona al organismo mayor movimiento y orden, lo cual se traduce en una marcada sensación de vitalidad y bienestar. Cuanta más energía lumínica pueda almacenar un alimento, mayor su valor. Por ejemplo, un fruto madurado al sol es mucho más saludable que aquel madurado en cámara. Por consiguiente, la capacidad de almacenamiento de biofotones es una medida objetiva de la calidad de nuestros alimentos. Las algas espirulina, mediante un complejo único de pigmentos, puede almacenar todo el espectro solar: verde (clorofila), azul (ficocianina), amarillo, naranja y rojo (carotenoides). La medición de los biofotones confirma que la espirulina recién cosechada es un excelente colector de energía solar.
La estructura celular (membranas plasmáticas) de la espirulina, carente de celulosa, facilita larápida asimilación de sus nutrientes (sobre todo las proteínas), aún en personas con dificultades digestivas y de absorción. Es recomendada en depresión, osteoporosis, arteriosclerosis, problemas circulatorios y dermatológicos, diabetes, estreñimiento, hepatitis, colesterol, obesidad, tumores, quimioterapia, desorden de flora intestinal, anemias, embarazos, convalecencias, desnutrición, reuma, geriatría, dificultades visuales, agotamiento, intoxicación, infecciones y dietas vegetarianas estrictas.
La combinación del Betacaroteno (más de 30 a 50 veces el contenido de la zanahoria), la enzima superóxido dismutasa (S.O.D.) (la mayor fuente conocida en la naturaleza - más de tres veces superior al contenido de la carne bovina), el Selenio, el Germanio, y la Vitamina E, presentes en importantes proporciones en la Espirulina, actúan como potentes antioxidantes retardando el envejecimiento de células y tejidos al neutralizar los peligrosos "radicales libres".
Este efecto antioxidante se extiende a la protección de los ácidos grasos insaturados y poliinsaturados, preservándolos de la degradación y consecuente formación de las peligrosas placas u obstrucciones arteriales. En el mismo sentido, ejerce una acción preventiva del cáncer-sobre todo en fumadores- derivado del tabaco, el alcohol, la polución ambiental y el estrés. En este último factor mencionado, la Espirulina participa en la formación de hormonas antiestrés en la sangre.
La digestibilidad (disponibilidad del cuerpo para absorber los nutrientes) de las microlagas Espirulina es otros de sus aspectos destacados, siendo variable entre el 88 al 92 % (promedio: 90 %). Este hecho singular señala que la biodisponibilidad de esta microalga más que duplica la del resto de los alimentos. Por ejemplo: la carne bovina, ovina o porcina, o las proteínas derivadas de la soja, tienen una digestibilidad que no supera el 35 %. Esta enorme diferencia tiene lugar únicamente con la Espirulina, debido a las características propias de su constitución celular, cuya membrana está compuesta de compuesto fácilmente degradables por el sistema digestivo (mucopolisacáridos), a diferencia de la mayoría de las células vegetales que presentan otra constitución (celulosa). Ello determina que la biodisponibilidad de sus principios nutritivos sea casi inmediata, sin demandar al organismo gastos energéticos adicionales para disponer de los nutrientes, tal como sucede con la mayoría de los alimentos,  siempre y cuando este proceso sea factible.
En un hecho que resalta sus valiosas propiedades nutricionales, la N.A.S.A. la ha incorporado como parte de la ingesta de los astronautas, habiendo sido propuesto su cultivo en las futuras mega-estaciones espaciales, no solamente como alimento y sostén de vida, sino como importante generadora de oxígeno, dado que estas microalgas son fotosintéticamente (proceso natural de generación de oxigeno por parte de la plantas) mucho más eficientes que las plantas superiores.
Dada la fragilidad de los vitales componentes de la espirulina, es recomendable espolvorearla sobre las comidas (sopas, ensaladas, cereales), evitando su exposición al calor. Un especiero es el dosificador más práctico para la presentación en fino polvo, que resulta la más indicada y natural. Su ingesta a través de comprimidos o cápsulas, agrega procesos y elementos innecesarios; solo encarecen y en ciertos casos hasta pueden degradar sus virtudes. En curas de adelgazamiento conviene consumirla media hora antes de las comidas. No tiene contraindicaciones de ningún tipo en dosis de algunos gramos diarios.

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