sábado, 10 de noviembre de 2012
REFLEXIÓN DEL DÍA
La vida es un proceso, es un salón de clases, es una escuela en la que aprendemos a crecer y en la que cada experiencia y vivencia es una oportunidad de aprendizaje. El propósito de la vida es saber: De dónde venimos, Quiénes somos y a Dónde vamos. Es conocernos interiormente, aprender a amarnos y amar a los demás. Es saber practicar el perdón y compartir este proceso con los otros. Podemos equivocarnos y reprobar las materias, pero siempre tenemos la oportunidad de volver a estudiarlas y corregirlas. Hay un poder increíble en cada uno de nosotros, todos podemos sanar y ayudar a que alguien sane. Sanar significa liberarnos de las emociones dañinas que tanto mal nos hacen, porque nos aislan y separan de la fuente única, con mucha, soledad, rabia, temor y dolor. Nuestra misión es: Crearnos una vida llena de paz, en donde podamos relajarnos y disfrutar de las cosas tal como se nos presentan, pero teniendo la certeza, que con todo lo que aprendemos, nos va a ir bien”…
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