Las semillas son verdaderos acumuladores biológicos de energía solar y cósmica, bajo la forma de energía nutritiva y alimentaria.
En el proceso de germinación desencadenado por el agua y el aire, entra en opera
ción dentro de cada semilla, una poderosa "usina", productora de enzimas y de otras sustancias bilógicamente activas.
Los elementos que ya existían dentro, son liberados para participar de esa base inicial del crecimiento de la planta, volviéndose más fácilmente asimilable.
Así el proceso de germinado, aumenta el tenor de vitaminas y hace que los minerales y los oligomentos asuman una forma más adecuada y aprovechable, que nunca irán a reaparecer en igual concentración en la vida posterior de una planta.
Los elementos que ya existían dentro, son liberados para participar de esa base inicial del crecimiento de la planta, volviéndose más fácilmente asimilable.
Así el proceso de germinado, aumenta el tenor de vitaminas y hace que los minerales y los oligomentos asuman una forma más adecuada y aprovechable, que nunca irán a reaparecer en igual concentración en la vida posterior de una planta.
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