1.- Mezclar un litro de alcohol, un puñado de romero, un trozo de alcanfor e incorporar estos ingredientes en un recipiente hermético. Dejar reposar durante dos días. Una vez transcurrido este tiempo, frotar un poco de este líquido en la zona afectada y masajear suavemente.
2.- Aplicar compresas de agua fría y posteriormente colocar calor. El dolor irá disminuyendo.
3.- Colocar aceite de eucalipto o romero en el área adolorida. Masajear durante cinco minutos hasta que se sienta calor. Reiterar varias veces al día hasta que el dolor se haya disipado.
4.- Mezclar una cucharada de miel y otra de vinagre de manzana junto a una taza de agua caliente. Beber una vez al día.
5.- Mezclar 30 gramos de espliego y 500 ml de aceite de oliva. Cocinar a baño maría durante dos horas y dejar macerar durante un día entero. Masajear suavemente hasta lograr alivio.
6.- Combinar unas cucharadas de aceite de almendras y de menta. Mezclar muy bien y aplicar suavemente. Es preferible colocar esta preparación antes de irse a acostar que es el momento en el que los músculos están más relajados.
7.- Hervir dos cucharadas de salvia en un litro de agua durante una hora. Retirar del fuego y dejar enfriar. Beber tres veces al día.
8.- En un recipiente colocar un hinojo cortado, un poco de canela y semillas de mostaza. Cocer a fuego lento durante una hora. Dejar enfriar unos minutos y beber tres veces al día.
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