lunes, 12 de mayo de 2014
20 cosas de las que nos arrepentiremos antes de morir
Todos cometemos errores en la vida. Sin embargo, es posible evitar los remordimientos que nos esperan en el lecho de muerte si prestamos atención a la lista de acciones y actitudes de las que nos arrepentiremos al final de la vida.
No haber viajado cuando se tenía la oportunidad. Viajar es un ejercicio de aprendizaje constante que nos aleja de nuestra rutina, nos pone a prueba y nos permite conocernos mejor a nosotros mismos.
Haber tenido miedo a decir "te amo". Amar a una persona es algo precioso, incluso si el sentimiento no es correspondido.
No haber hecho caso de los consejos de nuestros padres. Nuestros progenitores tienen mucha más experiencia de que lo que creemos.
No haber aprendido otro idioma. Hablar otro idioma da la oportunidad de comunicarse con muchas personas interesantes de otros lugares, conocer su cultura desde dentro y sentirnos parte de nuestro vasto mundo.
Haber prolongado una mala relación. A veces es difícil salir de una relación que no funciona, pero es peor mantenerla y perder el tiempo.
No haber pasado suficiente tiempo con nuestros seres queridos. Todos estamos en este mundo una cantidad limitada de tiempo, hay que aprovechar las buenas compañías, ya sean de familiares, amigos o incluso mascotas.
Haber guardado rencores, especialmente contra los seres queridos. Debemos olvidar el dolor en lugar de alimentarlo.
No haber tenido la oportunidad de hablar con nuestros abuelos antes de que murieran. Los abuelos saben muchas cosas, pero llegará un día en que sus conocimientos ya no estarán a nuestro alcance.
No haber jugado lo suficiente con nuestros hijos. Los niños son alegres e inocentes. Debemos llenar nuestra vida con esta alegría, no evitarla.
No haber sido agradecidos. Tenemos que aprender a decir 'gracias'. Muchos aspectos de nuestra vida mejorarán si damos las gracias de todo corazón.
No habernos arriesgado (sobre todo en el amor). Siempre existe la posibilidad de que nuestro valor se vea recompensado.
No haber renunciado a un trabajo que nos agobiaba. A menudo hay que pagar el alquiler o mantener la familia, pero no podemos permitir que nuestro trabajo nos condene a sentirnos miserables toda la vida.
No habernos dado cuenta de lo hermosos que somos. Hay muchas definiciones de belleza y nadie debe pensar que no merece la atención de otra persona.
Habernos preocupado demasiado por lo que pensaban los demás. Con el tiempo nos damos cuenta de que las opiniones de los demás no deben influir en nuestra felicidad.
Haber descuidado nuestra condición física. A medida que uno envejece se da cuenta de lo importante que es cuidar el cuerpo.
Habernos preocupado demasiado. Preocuparse, sobre todo por lo que todavía no ha sucedido, es inútil.
No haber ayudado a los demás. Hay un sinnúmero de razones para ayudar a otras personas, especialmente cuando más lo necesitan.
Haber trabajado demasiado. Si trabajamos demasiado nos perderemos lo mejor de la vida o estaremos demasiado estresados para disfrutar de los buenos momentos.
No habernos esforzado en los estudios. Obtener títulos y calificaciones es importante, pero aún lo es más aprender a esforzarse y a ser aplicado.
Haber tenido miedo a hacer las cosas. El miedo nos puede paralizar, pero no podemos dejar que nos venza.
Cortesia RT
http://hablandoclaro12.blogspot.com.ar/
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