Una de las técnicas terapéuticas de la medicina alternativa es la basada en el uso de la tierra. La Geoterapia forma parte de los más antiguos tratados de curas populares.
Los antiguos Egipcios utilizaban la arcilla como uno de los componentes en la momificación y para la preservación de los alimentos naturales. Los japoneses utilizaban la arcilla para preservar durante años productos. Pueblos antiguos tenían a la arcilla como un importante recurso en el combate de epidemias y enfermedades infecciosas. Los modernos vietnamitas y coreanos emplearon el baño de arcilla para tratar quemaduras serias provocadas por el Napalm y para eliminar el dolor durante los combates de las dos guerras contra Estados Unidos, con excelentes resultados.
En 1976, los test realizados en dos Universidades de Canadá comprobaron la existencia de sustancias químicas en la tierra, que estarían ligadas directamente a la capacidad de cura y restauración del tejido celular humano, que solamente fue divulgado recientemente en vista de la preocupación por el uso indiscriminado de la terapia, pudiendo causar problemas cuando es usada sin control. Además de la composición química de la tierra, identificaron también componentes geológicos fundamentales como el cuarzo, feldespato, mica, cuyas cantidades pueden variar, dependiendo del tipo de suelo y de la región. Pero lo que oscila mucho en términos de cantidad son los componentes químicos de la tierra, siendo generalmente los más comunes (encontrados en todas las regiones) sílice, aluminio, hierro, calcio sodio, potasio, manganeso, titanio y otros presentes en menores cantidades en las arcillas conocidas. Estos explican los efectos del uso de la arcilla como antiinflamatoria, cicatrizante y antiséptica. Pero los componentes químicos geológicos de la arcilla no explican todos sus efectos.
Existe otro motivo mucho más importante porque la tierra es un gran agente de cura: su energía.
Los estudios canadienses comprobaron también la existencia de gran actividad magnética en la arcilla. La explicación viene de científicos rusos, que también detectaron y estudiaron sus actividades, ligándoles el hecho de que por estar expuesta directamente al sol, la arcilla, se impregna de su energía calorífica y radiante. Son estas energías las que activan los cristales y los elementos que componen la arcilla, produciendo un proceso dinámico y vitalizador capaz de impregnar benéficamente al cuerpo humano.
La arcilla actúa en el bloqueo de la propagación de los gérmenes, al tiempo que favorece en el restablecimiento de la célula sana. El poder absorbente de la arcilla es extraordinario, porque su constitución micromolecular, absorbe las impurezas que pueden ser sustancias tóxicas.
Su radiactividad es natural y saludable para el cuerpo, que actúa como un estimulante vital con la capacidad para rehacer el equilibrio de las células electromagnéticas.
FUENTE:http://www.apenb.org/index.php/naturopatia-y-bioterapia/estimulos-fisicos/geotecnia.html
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