El sistema de Reiki ha tenido diversas encarnaciones desde su modesto comienzo como práctica espiritual en Japón, a comienzos del siglo XX. A fines de los
años veinte, algunas enseñanzas fueron cambiando desde una actividad artesanal, a fin de adoptar su último papel de tratamiento terapéutico integrador que avanza para ser recibido y aceptado abiertamente en los hospitales de todo el mundo.
Quien practica Reiki estudian el sistema para ayudarse a sí mismo y ayudar a sus amigos, familiares y colegas con tratamientos a domicilio o en el trabajo.
Reiki es la energía que se mueve por el cuerpo; de hecho, los practicantes de este sistema entienden que es la energía que se mueve por todas las cosas, y que en japonés se la denomina “ki” o fuerza vital. Durante un tratamiento el practicante apoya el movimiento de esta energía dentro del cuerpo del receptor, y no es necesario que este la manipule.
Quien practica Reiki estudian el sistema para ayudarse a sí mismo y ayudar a sus amigos, familiares y colegas con tratamientos a domicilio o en el trabajo.
Reiki es la energía que se mueve por el cuerpo; de hecho, los practicantes de este sistema entienden que es la energía que se mueve por todas las cosas, y que en japonés se la denomina “ki” o fuerza vital. Durante un tratamiento el practicante apoya el movimiento de esta energía dentro del cuerpo del receptor, y no es necesario que este la manipule.
Los campos energéticos proyectados desde las manos de los practicantes se encuentran en un rango de intensidad y frecuencia que puede influir en los procesos reguladores del cuerpo de la otra persona (James Oschman, “Medicina Energética, la base científica”)
Todos los aspectos de nuestra existencia están interconectados. Cuando experimentamos la sanación, no es tan sólo un aspecto de uno mismo, sino muchos aspectos interconectados que se mueven para recobrar el equilibrio entre sí. A esta altura, el cuerpo se alivia del dolor producido por la tensión o de la disfunción que estaba experimentando.
No muchas personas saben qué esperar de su primer tratamiento de Reiki. De muchas maneras, es una extraña experiencia a medida que se establece la comunicación entre el receptor y el practicante, en su mayor parte de un modo energético, sin que se realice ningún diagnóstico.
Un tratamiento de Reiki es armonizador más que diagnóstico, pues pretende apoyar la autosanación y el bienestar del receptor, y no aliviar una enfermedad en particular que fue diagnosticada.
Escrito por Claudio Marquez
Consultas:
http://www.facebook.com/nancy.martin.7798
https://twitter.com/NanAraMartin
Todos los aspectos de nuestra existencia están interconectados. Cuando experimentamos la sanación, no es tan sólo un aspecto de uno mismo, sino muchos aspectos interconectados que se mueven para recobrar el equilibrio entre sí. A esta altura, el cuerpo se alivia del dolor producido por la tensión o de la disfunción que estaba experimentando.
No muchas personas saben qué esperar de su primer tratamiento de Reiki. De muchas maneras, es una extraña experiencia a medida que se establece la comunicación entre el receptor y el practicante, en su mayor parte de un modo energético, sin que se realice ningún diagnóstico.
Un tratamiento de Reiki es armonizador más que diagnóstico, pues pretende apoyar la autosanación y el bienestar del receptor, y no aliviar una enfermedad en particular que fue diagnosticada.
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