A donde quiera que vayas y con quienquiera que te encuentres, allí hallarás a tu propio amor esperándote.
Una tragedia puede llegar a ser el mayor de nuestros bienes si nos la tomamos de una manera que nos permita crece
r.
No puedes aprender las lecciones de los demás en su nombre. Todos deben hacer por sí mismos el trabajo, y así lo harán cuando estén preparados.
Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas.
Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.
El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Si quieres que tu familia te ame y te acepte, entonces debes amarlos y aceptarlos tú a ellos.
¿Cómo tratas a los ancianos? Lo que hoy das es lo que has de encontrar mañana cuando envejezcas.
El resentimiento, la crítica, la culpa y el miedo aparecen cuando culpamos a los demás y no asumimos la responsabilidad de nuestras propias experiencias.
No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.
Louise L. Hay
No puedes aprender las lecciones de los demás en su nombre. Todos deben hacer por sí mismos el trabajo, y así lo harán cuando estén preparados.
Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas.
Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.
El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Si quieres que tu familia te ame y te acepte, entonces debes amarlos y aceptarlos tú a ellos.
¿Cómo tratas a los ancianos? Lo que hoy das es lo que has de encontrar mañana cuando envejezcas.
El resentimiento, la crítica, la culpa y el miedo aparecen cuando culpamos a los demás y no asumimos la responsabilidad de nuestras propias experiencias.
No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.
Louise L. Hay
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