El pasado se apoya en este momento, y también en él es donde construís la estructura de los futuros. Por tanto, para liberarse tanto del pasado como del futuro, es necesario romper el momento en el presente, a fin de
que el pasado no tenga sitio en donde apoyarse, ni el futuro posea un punto desde el cual se proyecte.
Mediante el proceso de observación negáis el pasado. Al hacerlo, también negáis el presente; y dejáis de construir el futuro que se basa en los deseos creados por el pasado. Sólo permanece la observación. Pero incluso ese momento de observación es un momento. A menos que lo rompáis no seréis libres de la posibilidad del surgimiento del pasado y de la creación de futuro.
Por tanto es necesario que el momento presente, el momento de la observación sea roto. En el proceso de observación, tanto la historia del pasado como la del futuro quedan disueltas. Pero el problema es que dichas historias confluyen en este momento. A menos que este momento sea negado, tanto el pasado como el futuro actuarán de nuevo.
Se puede denominar «existencia» al momento «en que se está». Se tiene, pues, que romper dicho momento y, consecuentemente, habrá que romper también todas las demás tendencias ya sea que reflejen el pasado o proyecten el futuro. El pasado es movimiento, que queda detenido con la atención.
Angel Luis Fernández
Mediante el proceso de observación negáis el pasado. Al hacerlo, también negáis el presente; y dejáis de construir el futuro que se basa en los deseos creados por el pasado. Sólo permanece la observación. Pero incluso ese momento de observación es un momento. A menos que lo rompáis no seréis libres de la posibilidad del surgimiento del pasado y de la creación de futuro.
Por tanto es necesario que el momento presente, el momento de la observación sea roto. En el proceso de observación, tanto la historia del pasado como la del futuro quedan disueltas. Pero el problema es que dichas historias confluyen en este momento. A menos que este momento sea negado, tanto el pasado como el futuro actuarán de nuevo.
Se puede denominar «existencia» al momento «en que se está». Se tiene, pues, que romper dicho momento y, consecuentemente, habrá que romper también todas las demás tendencias ya sea que reflejen el pasado o proyecten el futuro. El pasado es movimiento, que queda detenido con la atención.
Angel Luis Fernández
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