Cuando llego a casa lo primero que hago es sacarme los zapatos. No hay nada tan cómodo como sentir que mis pies se liberan del calzado que los mantuvo encerrados durante todo el día. Y ahora que me entero que andar descalzos tiene sus beneficios, creo que mi costumbre permanecerá durante mucho tiempo.
Según los expertos, caminar o correr sin zapatos desarrolla más fuerza en los músculos de los pies, piernas y caderas. Esto significa una mejoría en la forma de andar, con más agilidad y equilibrio. Por algo los atletas terminan su rutina de ejercicios descalzos sobre el pasto.
Por supuesto, una calle pavimentada con pozos y piedritas en el camino no es el mejor lugar para andar con los pies descalzos: además de incómodo, es doloroso. Los sitios ideales para descalzarnos son las superficies blandas, como la arena o los campos de golf.
Si piensas hacer ejercicio sin zapatos, ten en cuenta que debes comenzar de a poco: primero camina descalzo en tu casa varios minutos al día para fortalecer los músculos en los pies y en los tobillos. Notarás que la piel de planta del pie se hará más dura, espesa y resistente, y así quedará lista para ejercitarte descalzo durante más tiempo y sin que ello duela tanto.
Por último, considera los siguientes consejos para librarte de los zapatos de la mejor manera:
Si pisas algo afilado o te cortas mientras corres descalzo, visita un cirujano de pies y tobillo lo antes posible. Puedes haber incrustado algún objeto en tu pie, lo cual te podrá causar daños en los tendones y músculos, además de contraer infecciones. Consulta al médico siempre.
Usa el sentido común. No te descalces en superficies que sabes que te lastimarán. Nada de correr descalzo por la calle, la ruta o incluso en zonas de ríos y lagos: no sabes qué podrás encontrar debajo del agua.
Si haces ejercicios al aire libre, no olvides de aplicarte protector solar, incluso, en los pies.
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