martes, 14 de mayo de 2013

ACEITE DE COCO



El aceite de coco es un alimento con un olor y sabor muy agradable, que soporta muy bien el calor al usarlo para cocinar. Contiene ácidos grasos muy saludables, como el ácido láurico (dodecanóico) que tiene propiedades antimicrobianas y ácido caprílico con propiedades antibacterianas y antibióticas. Ambos ácidos están presentes en la leche materna humana.

Un estudio reciente respalda eL efecto antibacteriano probado en las bacterias de tipo streptococcus principales causantes de la caries dental. Y no solo eso, sino que también es capaz de atacar el hongo de levadura que provoca las úlceras bucales y la levadura que causa la candidiasis.

Desde siglos viene usándose tanto oralmente como de forma tópica para tratar algunos problemas:

Mejora la digestión: su poder antibacteriano previene el crecimiento y proliferación de hongos y parásitos que pueden causan indigestión y problemas relacionados, como el síndrome del intestino irritable. Además sus ácidos grasos ayudan en la absorción de aminoácidos, vitaminas y minerales.

Protector cardiovascular: el alto contenido en saturadas y su alto contenido en ácido láurico, ayuda a controlar el colesterol alto y la presión arterial alta.

Pérdida de peso: por el tipo de ácidos grasos que contiene el aceite de coco estimula el metabolismo y la función tiroidea, su uso no hace trabajar en exceso al páncreas (no estimula la producción de insulina)

Hidratar el pelo: En la India es la mascarilla más usada, nutre el cabello dañado y se utiliza como acondicionador, se aplica sobre el cuero cabelludo y el cabello y consigue con su poder hidratante prevenir las descamaciones o caspa.

Cuidado de la piel: Se ha usado por siglos para afecciones cutáneas como psoriasis, dermatitis, eczema y piel seca o con escamas.

Heridas y cortes: usado de forma tópica acelera el proceso de curación y reparación de tejidos dañados.


- Tomar una cucharada cuando te notes falto de energía, o añadir una cucharada al café para comenzar el día con energía. Ya que los ácidos grasos del aceite de coco son uno de los mejores combustibles que tu organismo puede usar. Además tomado antes de las comidas mejora la digestión, evita los reflujos, acidez e indigestiones.

-Para las madres lactantes, consumir 3 cucharadas de aceite o manteca de coco a día enriquece y hace más nutritiva la leche materna y son calorías que se necesitan para el período de gran gasto energético que es la lactancia.

- Las personas diabéticas se benefician de un mayor control de la glucosa en sangre y evita las “urgencias” por comer.

- Ideal para saltear verduras ya que les aporta un suave sabor a nuez que a los niños (y no tan niños nos encanta)

- Como reemplazo de aceites de semillas que se enrancian al calentarlos y no solo pierden sus propiedades nutritivas sino que también se vuelven tóxicos si se calientan o recalientan demasiado. Puedes hacer recetas de galletas, pan y toda clase de postres.

Cómo se hace el aceite de coco

Primero necesitamos cocos maduros de los que extraemos la carne y la secamos para obtener copra que cuando es sometida a presión se obtiene el aceite de coco. Así de fácil lo que debemos es vigilar al consumir aceite de coco es que la materia prima sea coco sin aditivos u otras grasas y que no sea refinado, que se verá como un líquido transparente. Con estas precauciones tu aceite de coco es una pasta blanquecina que se irá volviendo más líquida según la vayas calentando. Para cocinar debemos usarlo como harias con la mantequilla.

Ante cualquier duda consulte a su médico
Fuente: Saiku

No hay comentarios:

Publicar un comentario