martes, 17 de diciembre de 2013

EL SABIO


Los sabios, no se atormenta con preocupaciones. No son planificadores enloquecidos para el futuro. Rehúsan a preocuparse, y se liberan de la ansiedad que esto genera. No es que estén todo el tiempo completamente calmados, pero no están dispuestos a pasar sus momentos presentes sufriendo por cosas que “podrían suceder” en el futuro y sobre cosas sobre las cuales no tienen ningún control.
Viven su actualidad, plenamente. No se sienten amenazados por lo desconocido. No hacen proyectos para un acontecimiento futuro sin actividad, mientras esperan. No son postergadores.
Aunque en general, nuestra cultura y sociedad no apruebe muchas veces su comportamiento, no se sienten amenazados.
Aprecien cada momento como precioso. Gozan siempre, porque saben que es absurdo esperar para gozar. Es una manera muy natural de vivir, como la de cualquier animal o niño. Están ocupados en realizar plenamente el momento presente, cogiendo las situaciones en el momento que se presentan.
Es gente que se encuentra generalmente fuera del nido, a pesar de sentir gran amor por su familia y estar muy ligados a ella. Son independientes. Sus relaciones se basan en el respeto. Dan mucha importancia a la intimidad, lo que puede hacer que parezcan antipáticos y que los demás se sientan rechazados, pues por momentos les gusta estar solos y se ocupan de que asi sea. No se comprometen sensiblemente con mucha gente. Son muy selectivos en lo que respecta al amor, pero son profundamente afectuosos.
Quieren que las personas que ellos aman, sean independientes, que hagan sus propias elecciones y que vivan sus vidas por si mismo, y en muchas ocasiones, rechazan la necesidades de otros, porque encuentran que ayudando les perjudican mas y se perjudican ellos mismos. A pesar de que disfrutan de los demás y de su compañía, eligen que los demás se las arreglen sin apoyos. Es muy común que si te apoyas en este tipo de personas, al principio desaparezcan emocionalmente y luego físicamente. En una relación madura, se rehúsan a la dependencia. A los niños les ofrecen un modelo de persona interesada y afectuosa, pero eligen alentar su confianza en si mismos, ofreciéndoles amor, cuando se presente la oportunidad.
Estos seres no buscan aprobación de nadie. Funcionan sin el aplauso de los demás. No buscan títulos ni honores, sino ser honorables consigo mismos. Son independientes en cuanto a sus opiniones y no les importa si la otra persona opina diferente, aunque sea una persona reconocida la que este opinando. No es que sean insensibles pero no necesitan aprobación ni aplauso. Si quieres saber que piensan, eso te dirán. Utilizan la información y la filtraran por medio de sus propios valores y si les sirve la utilizaran para su propio beneficio y crecimiento.
Reconocen que siempre habrá quien los desapruebe. No son rebeldes, pero hacen sus propias elecciones, aunque entren en conflicto con la demás gente.
Son capaces de pasar por alto las normas pequeñas, sin importancia e ignorar convencionalismos y tradiciones que son parte tan importante de muchas personas.
Son dueños de si mismos y aunque consideran que la vida social es importante, se niegan a dejar que gobierne sus vidas. No hacen conversación porque si. Saben reír y hacer reír. Se ríen de los acontecimientos mas absurdos y de los más serios. Les resulta fácil crear buen humor y hacer reír a los demás.
Son hacedores, gente activa.
A veces se les acusa de frivolidad. No están muy a tono con los acontecimientos exteriores, porque saben que no existe el momento justo para hacer las cosas. Saben muy bien que no se dirigen a ningún sitio en especial.
Están en paz con la naturaleza, el mundo de Dios, disfrutan de las flores, las montañas, los animales, sin querer tenerlos. No andan ocupados buscando bares y fiestas, aunque son capaces de disfrutar este tipo de actividades. Disfrutan de la naturaleza pero también son capaces de funcionar en un mundo hecho en gran medida por la mano del hombre. Jamás se cansan de un atardecer, observar un pájaro volando es siempre un espectáculo admirable. Aprecian lo que la vida espontáneamente va ofreciendo.
Para muchas cosas las cuales son muy difíciles de comprender para otros, les parecen claras y comprensibles. Los problemas que movilizan a gran parte del mundo, son pequeñas molestias. Esta falta de compromiso emocional con los problemas les permite franquear barreras que para muchos son infranqueables.
Su autovaloración hace que cualquier problema externo no se vea como amenaza, son independientes y sanos.
Son guerreros en la vanguardia del cambio social, pero no llevan sus luchas consigo a la cama. Son incapaces de estereotipar. Aunque parezcan que son egoístas y preocupados solo de su propio placer, en realidad pasan gran parte de su tiempo dedicados a servir a los demás, porque le agrada hacerlo y lo hacen desde el silencio.
No son gente enfermiza. No creen en la inmovilidad por un dolor de cabeza o un resfriado. Creen en su propia capacidad de deshacerse de esas enfermedades y no le andan contándole a los demás porque se sienten mal o cansados. Tratan bien a sus cuerpos. Se aceptan físicamente como son. Llevan una buena alimentación y ejercicio físico como estilo de vida, rehusándose a experimentar malestares físicos.
Son honestos. Consideran que la mentira es una distorsión de su propia realidad. Aunque son personas discretas, evitaran tener que distorsionar la realidad para proteger a otro, pues también saben que cada uno está a cargo de su propio mundo.
Practican la autodisciplina. No creen que el mundo tiene que ser de una forma especial, no se preocupan obsesionados por el orden y la limpieza, pero saben que el orden y la limpieza son una manera muy útil de actuar, no un fin en sí mismo.
Son Contemplativos, se limitan a ser, traen quietud, están absolutamente presentes en todo lo que hacen, y lo hacen con conciencia y calidad.
Se sienten estimulados por el hecho de vivir. Pueden utilizar mucha energía cuando se comprometen con una tarea, considerándola interesante en el momento presente. Utilizan una energía y un entusiasmo que parece sobrenatural, pero proviene del amor a la vida. No saben aburrirse. Canalizan la energía que tienen de muchas maneras productivas, estén donde estén, con lo que tengan.
Siempre buscan mas, no importa tanto si está perfecto, bien o mal… y si sale mal lo descartan y a otra cosa.
No es que no tengan problemas, pero no quedan inmovilizados emocionalmente a causa de sus problemas. Cuando se resbalan, no quedan tendidos lamentando la caída… se levantan, se sacuden el polvo y siguen en los quehaceres de la vida…
Hacen todo de forma sagrada. Tienen un impacto profundo sobre el mundo, más de lo que se ve aparentemente. Logran dejar huella pero sin ego: No sufre él ni su entorno. No sufre estrés. No anhela cambios en el mundo.

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