El Sutra del Corazón dice que no hay nada que conseguir. Meditamos no para conseguir la iluminación, porque la iluminación está ya en nosotros. No tenemos que buscar en ningún lugar.
No necesitamos un propósito u objetivo. No practicamos para obtener una posición elevada.
En la no persecución de objetivo, observamos que no nos falta nada, que ya somos lo que queremos ser, y nuestra lucha sólo nos lleva a un camino sin salida.
Estamos en paz en el momento presente, viendo la luz del sol fluyendo a través de nuestra ventana u oyendo el sonido de la lluvia. No tenemos que correr detrás de nada.
Podemos disfrutar de cada momento.
La gente habla sobre entrar en el nirvana, pero ya estamos allí.
La no persecución de objetivo y el nirvana son uno.
Thich Nhat Hanh
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