Karma es la ley de causa y efecto, que dice que recibiremos el efecto de todo lo que causamos.
De ninguna manera es un castigo o la ley del ojo por ojo, ya que siempre se puede revertir sin sufrir.
El ser de cierto grado de evolución sólo aprende a través del sufrimiento, pero cuando aumenta en su conciencia, puede cancelar su karma trabajando en si mismo.
A continuación de nuestro cuerpo etérico hay una membrana electromagnética que posee una frecuencia vibratoria de acuerdo a nuestra propia evolución.
A mayor evolución, mayor es la velocidad de ese campo.
Cuando emitimos una energía negativa, bajamos la frecuencia de ese campo en la zona donde salió. Cuando esa energía sale de nosotros, va hacia donde la enviamos.
Se une en su trayecto a todas las energías de igual calificación que encuentra en su camino… y por ley de causa y efecto, siempre retorna a nosotros trayendo todo lo que encontro a su paso. Pasa esa membrana de protección por el lugar de baja vibración que nosotros mismos construimos y se pega a nuestro cuerpo etérico.
Ese tipo de energía irradiada a través de mucho tiempo, hasta puede llegar a producir una enfermedad física.
Un ejemplo de la energía y su trayecto: emitimos una agresión.
Cuando esta energía regresa, se acumula alrededor nuestro y se acercan a nosotros personas con energía afín y tenemos episodios agresivos con otros y no nos explicamos por qué activamos los patrones de agresión de los otros.
Simplemente porque nosotros tenemos lo mismo, y eso es lo que irradiamos y somos objeto de agresión de otros.Sólo disolviendo esa masa de energía dejaremos de padecer no sólo esa agresión hacia los demás, sino que entra ahí la autoagresión también.
Entonces, el generar conscientemente y constantemente energía de amor disuelve esa masa de energía anterior.La suma de todas esas masas de energía que genero son mi karma.
El trabajo conmigo mismo de transmutación de esos patrones mentales negativos disuelven mi karma, o sea que el trabajo sería una constante emisión de energías positivas que van a elevar la frecuencia de todas las masas de energía negativas que me rodean.
Entonces dejo de padecer porque aprendo, disuelvo y mejoro.
Nadie puede disolver el karma de otra persona.
Es un trabajo individual y constante.
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