viernes, 2 de noviembre de 2012
REFLEXIÓN DEL DÍA
“A veces tenemos el corazón de hielo, tan duro y frío, que solo nos queremos a nosotros mismos, tanto, que el amor no puede penetrar en el. Nuestro corazón a veces esta cubierto de escarcha y rociado del rocío de la mañana. Es tan frio, que solo conoce el desprecio, el orgullo, el desdén que nos aprietan el alma. Cuando despreciamos la belleza y la tibieza del amor, nos damos cuenta que perdemos la oportunidad de abrigarnos, con su suavidad y dulzura. No cerremos el corazón a todo lo que el amor nos brinda. Los amores que hemos rechazado en el paso de la vida, los hemos dejado lejos, en las hundidas huellas que hicimos en el camino. Derritamos el hielo de nuestro corazón, conozcamos la felicidad, permitámonos que el aire fresco, amoroso y tierno de muchos corazones, nos enseñen a amar”… Camino del Ser.
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