• Consume una ración de frutos secos (nueces, avellanas, cacahuetes, anacardos, pipas de girasol o calabaza, sésamo, etc.) a diario. Puedes consumirlos solos, en ensaldas, con postres, en forma
de crema, como botana,etc.
• Introduce una variedad de verduras a tus platos. Cuantos más colores distintos mejor mayor variedad de vitaminas: verduras de hoja verde, tomates, zanahorias, remolacha, pimientos, berenjena, brócoli...
• Toma alimentos ricos en vitamina C (frutas cítricas, fresas, kiwi, pimientos...) junto con comidas ricas en hierro (legumbres, frutos secos...), ya que esta vitamina aumenta su absorción hasta tres veces más.
• Controla el consumo de vitamina B12 mediante alimentos enriquecidos (cereales de desayuno, zumos, leches y/o margarinas vegetales, etc) y/o suplementos.
• Es preferible sustituir los alimentos refinados por integrales pues en los cereales integrales el contenido en minerales y vitaminas del grupo B es considerablemente mayor.
• Basa tu alimentación en cereales (a ser posible integrales) y legumbres y no en verduras pues estas tienen mucha agua y fibra que dan sensación de saciedad rápidamente impidiendo ingerir otros alimentos.
• Es recomendable que emplees el agua de cocción de las verduras para hacer cremas o sopas, aprovechando así las vitaminas y minerales que han quedado en la misma.
• Limita el uso de aceite de girasol o maíz y utiliza en cambio aceite de oliva virgen (si es de primera presión en frío aún mejor). Procura también tomar una cucharadita de aceite de lino o una cuchara de semillas de lino molidas a diario para asegurar un correcto equilibrio del Omega 3 y el Omega 6.
• Sustituye la sal común por sal yodada.
• Bebe un litro y medio de agua al día.
• Procura hacer algo de ejercicio cada día pues facilita la fijación de calcio en los huesos y mejora el estado general de nuestra salud.
Fuente: Igualdad Animal
• Introduce una variedad de verduras a tus platos. Cuantos más colores distintos mejor mayor variedad de vitaminas: verduras de hoja verde, tomates, zanahorias, remolacha, pimientos, berenjena, brócoli...
• Toma alimentos ricos en vitamina C (frutas cítricas, fresas, kiwi, pimientos...) junto con comidas ricas en hierro (legumbres, frutos secos...), ya que esta vitamina aumenta su absorción hasta tres veces más.
• Controla el consumo de vitamina B12 mediante alimentos enriquecidos (cereales de desayuno, zumos, leches y/o margarinas vegetales, etc) y/o suplementos.
• Es preferible sustituir los alimentos refinados por integrales pues en los cereales integrales el contenido en minerales y vitaminas del grupo B es considerablemente mayor.
• Basa tu alimentación en cereales (a ser posible integrales) y legumbres y no en verduras pues estas tienen mucha agua y fibra que dan sensación de saciedad rápidamente impidiendo ingerir otros alimentos.
• Es recomendable que emplees el agua de cocción de las verduras para hacer cremas o sopas, aprovechando así las vitaminas y minerales que han quedado en la misma.
• Limita el uso de aceite de girasol o maíz y utiliza en cambio aceite de oliva virgen (si es de primera presión en frío aún mejor). Procura también tomar una cucharadita de aceite de lino o una cuchara de semillas de lino molidas a diario para asegurar un correcto equilibrio del Omega 3 y el Omega 6.
• Sustituye la sal común por sal yodada.
• Bebe un litro y medio de agua al día.
• Procura hacer algo de ejercicio cada día pues facilita la fijación de calcio en los huesos y mejora el estado general de nuestra salud.
Fuente: Igualdad Animal
No hay comentarios:
Publicar un comentario