La Vitamina C, como todos sabemos, es importante. ¿Pero cuán importante? Para darnos una idea lo primero que tenemos que saber es que nuestros cuerpos no pueden producir Vitamina C por sí mismos, y por lo tanto necesitamos una generosa dosis diaria. La deficiencia de Vitamina C puede causar graves problemas, como se ha comprobado históricamente.
Por ejemplo, la Vitamina C juega un papel fundamental en las siguientes funciones corporales:
Anti-oxidante
Ayuda a la producción de neurotransmisores y hormonas
Forma colágeno
Mejora nuestro sistema inmune
Previene enfermedades corporales
Pero de cualquier modo obviamente también su extensión en nuestro organismo es muchísimo mayor. Por ejemplo, la Vitamina C trabaja en conjunto con la Vitamina E como anti-oxidantes. La Vitamina C también combate directamente los nitratos y cancerígenos.
Por otro lado, cuando se trata de las hormonas y los neurotransmisores hay quienes se olvidan de mencionar a la Vitamina C. Se necesita una dosis regular de esta vitamina para la conversión de fenilalanina a tirosina. Esta conversión tiene relación directa con las hormonas que nos permiten regular nuestro metabolismo, manejar el estrés y poder relajarnos.
El colágeno es el elemento que permite que nuestra piel se pueda estirar, haciéndola parecer más joven y radiante. También forma parte de la protección de nuestras articulaciones. En el área del sistema inmune, todos hemos oído alguna vez que la Vitamina C es buenísima para este aspecto de nuestro organismo, y mientras esto es cierto, también podemos observar claramente que no es su única función.
Entonces, podemos observar que esta Vitamina es vital para mantener una buena salud, pero ¿cómo podemos obtenerla?
Frutas cítritcas
Kiwi
Frutas tropicales
Pimentones
Brócoli
Bayas
Tomates
Básicamente cualquier planta con un color fuerte es fuente de Vitamina C. Como podemos ver en esta lista, son alimentos que generalmente tenemos a mano, ¡así que no hay excusas para no consumir una buena cantidad de Vitamina C!
Por ejemplo, la Vitamina C juega un papel fundamental en las siguientes funciones corporales:
Anti-oxidante
Ayuda a la producción de neurotransmisores y hormonas
Forma colágeno
Mejora nuestro sistema inmune
Previene enfermedades corporales
Pero de cualquier modo obviamente también su extensión en nuestro organismo es muchísimo mayor. Por ejemplo, la Vitamina C trabaja en conjunto con la Vitamina E como anti-oxidantes. La Vitamina C también combate directamente los nitratos y cancerígenos.
Por otro lado, cuando se trata de las hormonas y los neurotransmisores hay quienes se olvidan de mencionar a la Vitamina C. Se necesita una dosis regular de esta vitamina para la conversión de fenilalanina a tirosina. Esta conversión tiene relación directa con las hormonas que nos permiten regular nuestro metabolismo, manejar el estrés y poder relajarnos.
El colágeno es el elemento que permite que nuestra piel se pueda estirar, haciéndola parecer más joven y radiante. También forma parte de la protección de nuestras articulaciones. En el área del sistema inmune, todos hemos oído alguna vez que la Vitamina C es buenísima para este aspecto de nuestro organismo, y mientras esto es cierto, también podemos observar claramente que no es su única función.
Entonces, podemos observar que esta Vitamina es vital para mantener una buena salud, pero ¿cómo podemos obtenerla?
Frutas cítritcas
Kiwi
Frutas tropicales
Pimentones
Brócoli
Bayas
Tomates
Básicamente cualquier planta con un color fuerte es fuente de Vitamina C. Como podemos ver en esta lista, son alimentos que generalmente tenemos a mano, ¡así que no hay excusas para no consumir una buena cantidad de Vitamina C!
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