sábado, 2 de noviembre de 2013
REFLEXIÓN DEL DÍA
“Cuando empiezan a enseñarte algo, ya sea a manejar un auto, a nadar, o estás aprendiendo a tocar un instrumento musical, estás muy atento a cada movimiento, a cada acción. Cometes errores pero no abandonas nunca. Rectificas esos errores y continúas probando hasta que dominas lo que sea. Luego te das cuenta de que ya no tienes que pensar cada movimiento, lo haces automáticamente, fluyes con ello y lo disfrutas porque ya no te resulta un esfuerzo. Eso pasa con la vida espiritual. A medida que se hace parte de ti, ya no se te tiene que recordar que debes ser consciente de Mí ni de Mi presencia divina, porque ya eres consciente. Ya no tienes que sintonizarte Conmigo, porque vives en sintonía. Es todo tan natural para ti como respirar. En ese estado sabes que YO SOY en ti, y tú en Mi, y que somos uno.”
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