Tener los ojos hinchados, el cutis seco, los labios pálidos o partidos, no sólo son cuestión de imagen, sino que alguna enfermedad puede ser el desencadenante. Hay que aprender a descifrar las señales que el rostro ofrece, con el fin de atender tu salud y de ser necesario acudir al doctor lo más rápido posible. Sólo es cuestión de mirarse al espejo.
Se dice que, por lo general un rostro sano posee una piel suave, elástica y brillante, semejante a la que los niños tienen. Pero, aunque el cutis ideal dura tan poco, muchas de las alteraciones que sufre no se deben, exclusivamente, al paso de los años, sino también a un progresivo deterioro de la salud.
Igualmente, otro aspecto a tener en cuenta para leer las señales del rostro, son las cirugías plásticas y el uso frecuente de maquillaje, que altera la coloración normal de la piel de las personas.
Las marcas en el rostro son el reflejo de la salud, así lo dicta la medicina tradicional china y la ancestral técnica hindú Ayurvédica (“ciencia de la vida”). Mismas que han desarrollado, a lo largo de los siglos, un método preciso de diagnóstico a partir de los signos externos y de las marcas que aparecen en la cara como señal para detectar posibles enfermedades.
Una de las principales enfermedades que, actualmente, atacan la salud de miles de personas es el estrés. Y, es también, una de las principales causas que produce más daños en la cara, toda vez que genera un desequilibrio corporal tan fuerte que, irremediablemente, acelera el proceso de envejecimiento, ya que, entre sus síntomas, se encuentra la disminución en el flujo sanguíneo, lo cual mina la apariencia de la piel, palideciéndola, modificando su brillo y pigmentación.
Esto debido a que, las células cutáneas dejan de recibir los nutrientes suficientes y por ejemplo, están más expuestas a recibir infecciones, debido a la falta de queratinocitos, que actúan como mecanismo de defensa natural, alterando el sistema inmunológico y permitiendo la aparición de enfermedades en el rostro como dermatitis, hérpes o acné.
Igualmente, otra de las señales en la cara más frecuentes es la pigmentación amarillenta. Esto, es señal de problemas hepáticos como hepatitis o cirrosis, o, como síntoma de un alcoholismo desarrollado.
Cuando el rostro está pálido, puede ser por falta de hierro o por insuficiencia en la producción de hemoglobina; además, puede ser señal de anemia crónica. Una de las mejores maneras para solucionar este síntoma es comer alimentos ricos en hierro, como: carne roja, vegetales de hoja verde obscura. Mientras, si el problema estriba en la poca asimilación de hierro, se recomienda ingerir vitamina C, la cual se obtiene de manera natural de los cítricos, que por cierto si se beberán como jugo, éste debe de tomarse inmediatamente después de exprimir la naranja, toronja, limón o la que se elija, ya que se dice que sólo así no pierde sus valores vitamínicos.
Un rostro reseco suele ser señal de la falta de vitaminas, sobre todo del tipo A. Si además hay obesidad, cansancio, caída de cabello, estreñimiento o ciclo irregular, en las mujeres, puede ser hipotiroidismo. O, en otro caso, si la cara pica o está roja, podría ser síntoma de alguna alergia. Y, en este último caso, es prueba de la falta de alimentos como: espinacas, zanahorias o huevos, que ayudan a la salud del sistema inmune y las defensas, y se requiere complementar con agua natural pues son señales claras de que se está deshidratado.
Los ojos hinchados, pueden ser muestra de acumulación de líquidos, casi siempre debido, a la inmovilidad nocturna. Pero, si esto ocurre de manera constante, puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal; así mismo, si los párpados presentan bolitas de grasa indican exceso de colesterol en la sangre. Todo esto, forma parte de las señales del rostro que, comúnmente, se esconden debajo de los maquillajes, los lentes oscuros o en la indiferencia producto de la cotidianidad con que se presentan.
Otro síntoma para ponerle atención son las conocidas “patas de gallo”, relacionadas comúnmente con la edad. Si éstas aparecen de manera más repentina pueden ser señal de problemas de visión o un hígado débil.
Por su lado, los labios y la boca, como partes importantes del rostro, también son espejo de nuestra salud. Si se amanece con la boca seca, la vesícula puede ser que no funciona bien; si los labios se aprecian pálidos o azulados, pueden originarse de problemas pulmonares, cardiacos o circulatorios, por lo cual, se debe asistir al doctor de inmediato; y, si la lengua es blanquecina, significa que se ha comido demasiado o que, en su caso, el intestino no está limpio y que no trabaja de manera adecuada. Además, la ingesta excesiva de antibióticos también la ensucian e inflaman, por cual, se recomienda purificar el cuerpo tomando agua y jugos naturales y comiendo frutas. Todo esto, también mejorará la apariencia de la cara.
Así mismo, la aparición de arrugas en la cara, a un lado de la nariz, entre las cejas o en la barbilla, pueden ir desde problemas en el intestino y la digestión, problemas hormonales o en el hígado.
Así, la cara es el espejo de lo que somos por dentro, de cómo llevamos nuestra vida y nuestra alimentación. Y una recomendación indiscutible es la limpieza de la misma, tanto en la mañana, como en la noche; la hidratación del rostro tomando muchos líquidos y su nutrición tanto con los alimentos que se ingesta, como con cremas nutritivas que ayuden a su equilibrio.
PIEL
•Amarilla.- El color amarillento es a veces síntoma de problemas hepáticos o de un mal funcionamiento de la vesícula.
•Pálida.- Puede ser por falta de hierro. El cuerpo no tiene suficiente hemoglobina. Si además existe cansancio, crecen las probabilidades de padecer anemia. Lo mejor para solucionarlo es comer alimentos ricos en hierro: carne roja, orejones, vegetales de hoja verde o alga espirulina. Si el problema es que no se asimila el hierro, hay que consumir también vitamina C.
• Reseca.- Suele ser por falta de vitaminas, sobre todo del tipo A. Si además hay aumento de peso, cansancio, caída de cabello, estreñimiento o ciclo irregular, puede ser hipotiroidismo. Si por el contrario, pica y está roja, podría ser síntoma de alguna alergia. Lo que hace falta en este caso es vitamina A, presente en albaricoques, espinacas, zanahorias o huevos, para hidratar, y acudir a un especialista.
OJOS
•Hinchados.- Delatan acumulación de líquidos, y se debe, sobre todo, a la inmovilidad nocturna. Si ocurre a menudo, puede ser debido a una dieta fuerte en azúcares, grasas y sal. Un drenaje linfático facial ayuda a descongestionarlos. Párpados con bolitas de grasa.- Indican exceso de grasa en la sangre (colesterol o triglicéridos). Hay que hacerse una analítica y tomar pescado azul o semillas de lino ricos en Omega 3. •Amarillentos.- Puede ser síntoma de estrés o de una dieta inadecuada. Si la tonalidad es intensa, hay peligro de hepatitis, lo que impide que el hígado elimine la bilirrubina. Lo más conveniente es acudir al médico y, si sólo es estrés, comer mejor y empezar a relajarse.
BOCA
•Amarga.- La vesícula no funciona bien. Hay que eliminar las grasas y llevar durante una semana una dieta sin carne a base de verdura, pescado blanco, pasta y arroz para limpiarla. Labios pálidos o azulados.- Tenerlos más pálidos de lo normal deriva de la falta de hierro; y con color azulado, de problemas pulmonares, cardiacos o circulatorios. Pide cuanto antes consulta con el médico.
•Labios agrietados.- Refleja carencia de vitaminas del grupo B, que se encuentran en la levadura de cerveza, el germen de trigo y las algas. Cuida la dieta.
•Lengua blanquecina.- Significa que se ha comido demasiado o que no se ha limpiado el intestino. Los antibióticos también la ensucian e inflaman. Dos yogures diarios reequilibran la flora intestinal.
EL MAPA DE LAS ARRUGAS
•Surcos al lado de la nariz.- Delatan un mal cuidado del intestino, que se carga de toxinas. Debes ingerir más fibra y agua para evitar el estreñimiento y, de vez en cuando, hacer una limpieza del colon con aloe vera. •Entre las cejas.- Pueden implicar problemas de hígado. Según los expertos, una arruga vertical revela dolencias del hígado; y dos, de vesícula. Consume menos grasas.
•Triángulo de la barbilla.- Las rojeces, los granitos o cualquier alteración de la piel informan del sistema hormonal. Si es justo en el centro de la barbilla, se relaciona con el útero; y si es en los lados, con los ovarios. Es recomendable tomar germen de trigo, rico en vitamina E.
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