Las dos glándulas suprarrenales están situadas encima del polo superior de cada riñón. Tienen muchas funciones; en situaciones de urgencia, segregan la adrenalina necesaria para alertar al cerebro, acelerar el ritmo cardiaco y movilizar los hidratos de carbono de reserva a fin de proporcionar la energía requerida. Segregan la cortisona, otra hormona que tiene una función importante en el metabolismo de los hidratos de carbono y con acción antiinflamatoria, así como las hormonas necesarias para mantener el equilibrio electrolítico. Los diferentes problemas que presentan se deben a su HIPOFUNCIONAMIENTO o HIPERFUNCIONAMIENTO.
Estas glándulas son el enlace entre el cuerpo físico y el chakra básico. Este chakra nos proporciona la energía necesaria para mantener la fe en nuestra Madre Tierra y en su capacidad de atender nuestras necesidades básicas, es decir, todo lo relacionado con TENER en la vida.
Todo problema en las glándulas suprarrenales indica que la persona afectada tiene muchos miedos irreales, sobre todo con respecto a su vida material. Tiene miedo de equivocarse de dirección. No tiene suficiente confianza en sí misma para creer en su capacidad de satisfacer sus necesidades materiales. Su imaginación es demasiado fértil. Se desvaloriza y siente no ser más vigorosa y dinámica.
Su hiperfuncionamiento indica que la persona mantiene siempre en alerta a sus glándulas suprarrenales como si tuviera que hacer frente a alguna urgencia cuando, en realidad, ello sucede principalmente en su imaginación, experimentando así una pérdida de proporción, una incoherencia. El hipofuncionamiento indica que la persona no ha sabido respetar sus límites y sus glándulas se han agotado. En realidad, le dicen que deje descansar a su mente, que se relaje y que confíe más en el Universo que siempre se ha ocupado de todos aquellos que se lo permiten.
Tu cuerpo te dice que dejes de creer que estás solo para cubrir tus necesidades y que dejes de creer que únicamente tu mente, es decir, lo que has aprendido hasta ahora, puede ocuparse de ti. Debes aceptar que también existe una fuerza interna, tu DIOS interior, que sabe todo lo que necesitas mucho mejor que tu mente. De este modo, tus necesidades básicas serán respetadas y satisfechas. En lugar de preocuparte sin cesar, dedica un tiempo a dar gracias por todo lo que tienes en este momento. Restablece el contacto con tu poder interior, que te dará nuevamente el dinamismo necesario para ir en la dirección deseada.
La función primera de las glándulas suprarrenales es producir una hormona que se llama adrenalina. Están vinculadas al primer CHAKRA (centro de energía) que se llama centro del coxis. Estas glándulas tienen por función el regularizar el pulso y la presión sanguínea y permiten al cuerpo experimentar situaciones peligrosas. Cuando me siento en peligro, o si estoy realmente en peligro, mi percepción puede ser diferente, pero mi cuerpo contestará en seguida a cualquier situación de estrés y tensión que siente como peligrosa, manifestándose dicha situación o no. Así, se puede constatar que el cuerpo responde seriamente a los avisos que un estrés puede provocar. Puedo relacionar este peligro con una situación en mi vida en la cual tengo miedo de perder o bien tiempo, dinero, premio, cónyuge, etc., porque tomé una “mala decisión” o una “mala dirección” en mi vida. Entonces, quiero ir muy de prisa y muy lejos en uno o varios campos de mi vida pero esto implica una gran determinación, elecciones juiciosas y no me concedo el derecho al error, lo cual sólo es de hecho una experiencia de vida. De aquí un nivel de estrés intenso. Las suprarrenales se hallan encima de los riñones que se consideran como la sede del miedo y de la pena. La adrenalina que se libera cuando estoy en estado de excitación tendrá por efecto estimularme y me hará creativo o, al contrario, podrá causarme lesiones, incluso destruirme. Una acumulación excesiva de estrés conlleva un agotamiento total. El síndrome de “esto pasa o se rompe” puede entonces manifestarse de modo regular. Tengo interés en deshacerme de mi actitud pesimista y decido fijarme un objetivo en la vida. Adopto un estilo de vida simple y me abro más, recupero mi equilibrio.
Fuente: Diccionario de las Enfermedades Emocionales
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