¿Te estás sintiendo más sensible últimamente? No eres el único. Estás viviendo un ciclo energético que cataliza la hipersensibilidad, afectándote a ti y a las personas que encuentras en tus situaciones diarias
. Esto significa que las personas normalmente sensibles pueden hacerse aún más sensibles. Del mismo modo, las personas que no se abruman fácilmente por la fuerte carga sensorial pueden sentirse sacudidas y reaccionar en formas inusuales.
Ejemplos:
Estás esperando en el tráfico sin poder avanzar, y los conductores detrás de ti hacen sonar sus bocinas agresivamente.
Cuando una reunión que has estado planificando por un mes se cancela en el último minuto, te molestas, tu sistema nervioso se sobrecarga.
Tu perro, afectado por el estrés en tu casa, se hace caca en el suelo y tú reaccionas en forma atípica con un tono sancionador.
Como generador de cambio divino que está vivo ahora para co-crear un mundo más amoroso, tu tarea en este tipo de situaciones es sencilla: cultivar una respuesta razonable al suceso irrazonable.
Esto es más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto. Ahí es donde entran en juego tu extenso entrenamiento y sabiduría de vida. Cuando aplicas lo que has aprendido a través del tiempo, te conviertes en tu propio recurso de estabilidad. Esto significa que tienes la habilidad para responder en forma distinta que una persona común, capaz de mostrar a los demás una manera más razonable de ser.
Consejos para Cultivar una Respuesta Razonable
Actualiza tu visión del tiempo.
Tan pronto como le asignas un plazo fijo a algo, sin estar dispuesto a adaptarte a los acontecimientos de la vida, te pones tú mismo en una caja.
El tiempo en realidad no es un bien fijo. Es un punto de referencia, especialmente útil cuando estás planeando encontrarte con alguien o entregar un proyecto que depende de las líneas de tiempo de otros. Desde la perspectiva del espíritu, hay una sincronía divina en todas las cosas – no es algo estático, sino fluido y ajustable a los cambios energéticos. Para honrarte a ti mismo y a los demás durante estos años de mega-cambios energéticos, se requiere un enfoque más flexible.
Conecta con los mensajes sutiles más profundos.
Lo más probable es que ya hagas esto más que la persona común. Al estar en un camino espiritual, has aprendido a mirar más allá de las apariencias superficiales y cuestionar tu realidad.
La clave aquí es adquirir cada vez más práctica haciendo esto cuando tu sistema nervioso está sobrecargado por el último factor de estrés – como una llamada inoportuna a media noche o un amigo que llega una hora tarde a su cita para almorzar.
Si te pones ansioso y dejas que tu mente te ponga en un modo de improductiva preocupación o enojo, tendrás que hacer un mayor esfuerzo por mirar más allá de las apariencias. De lo contrario, puedes quedar aprisionado por tus propios pensamientos que te mantienen orientado hacia la superficie y culpando a las condiciones externas.
Cambia la forma en que te mueves en el mundo.
Esto significa encontrar un equilibrio entre la rígida cautela y el imprudente abandono. Dado que estás interconectado con todos y con todo, no estás creando en un vacío. Esto significa que tendrás que aplicar tu intuición, razón y concesión mientras te mueves e interactúas con otros.
Llamar a alguien sólo porque se te ocurre llamarlo puede ser contraproducente si esa persona no está disponible energéticamente o físicamente. Presionar e insistir que tus necesidades sean satisfechas puede crear muros innecesarios con tus seres queridos, compañeros de trabajo y extraños. Cada paso que das tiene el potencial de traerte ya sea armonía o discordia.
Elige con cuidado, puesto que afectas no sólo a otras personas sino a ti mismo. Camina suavemente, respira profundo y recuerda ser amable con todos los seres – incluyéndote a ti. Si caminas suavemente y con cuidado, notarás las rocas en el camino antes de tropezar con ellas.
Revisa tu propósito para estar vivo ahora.
Esto puede sonar obvio, pero cuando recuerdas que debes mantener una perspectiva más elevada acerca de tu vida, las cosas pequeñas se quedan pequeñas y lo que es verdaderamente importante puede recibir el enfoque de tu atención.
A medida que adquieres experiencia en aplicar un enfoque espiritual a todas las cosas, puede surgir un nuevo sentido de claridad – y con él, la paz.
Selacia.
Ejemplos:
Estás esperando en el tráfico sin poder avanzar, y los conductores detrás de ti hacen sonar sus bocinas agresivamente.
Cuando una reunión que has estado planificando por un mes se cancela en el último minuto, te molestas, tu sistema nervioso se sobrecarga.
Tu perro, afectado por el estrés en tu casa, se hace caca en el suelo y tú reaccionas en forma atípica con un tono sancionador.
Como generador de cambio divino que está vivo ahora para co-crear un mundo más amoroso, tu tarea en este tipo de situaciones es sencilla: cultivar una respuesta razonable al suceso irrazonable.
Esto es más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto. Ahí es donde entran en juego tu extenso entrenamiento y sabiduría de vida. Cuando aplicas lo que has aprendido a través del tiempo, te conviertes en tu propio recurso de estabilidad. Esto significa que tienes la habilidad para responder en forma distinta que una persona común, capaz de mostrar a los demás una manera más razonable de ser.
Consejos para Cultivar una Respuesta Razonable
Actualiza tu visión del tiempo.
Tan pronto como le asignas un plazo fijo a algo, sin estar dispuesto a adaptarte a los acontecimientos de la vida, te pones tú mismo en una caja.
El tiempo en realidad no es un bien fijo. Es un punto de referencia, especialmente útil cuando estás planeando encontrarte con alguien o entregar un proyecto que depende de las líneas de tiempo de otros. Desde la perspectiva del espíritu, hay una sincronía divina en todas las cosas – no es algo estático, sino fluido y ajustable a los cambios energéticos. Para honrarte a ti mismo y a los demás durante estos años de mega-cambios energéticos, se requiere un enfoque más flexible.
Conecta con los mensajes sutiles más profundos.
Lo más probable es que ya hagas esto más que la persona común. Al estar en un camino espiritual, has aprendido a mirar más allá de las apariencias superficiales y cuestionar tu realidad.
La clave aquí es adquirir cada vez más práctica haciendo esto cuando tu sistema nervioso está sobrecargado por el último factor de estrés – como una llamada inoportuna a media noche o un amigo que llega una hora tarde a su cita para almorzar.
Si te pones ansioso y dejas que tu mente te ponga en un modo de improductiva preocupación o enojo, tendrás que hacer un mayor esfuerzo por mirar más allá de las apariencias. De lo contrario, puedes quedar aprisionado por tus propios pensamientos que te mantienen orientado hacia la superficie y culpando a las condiciones externas.
Cambia la forma en que te mueves en el mundo.
Esto significa encontrar un equilibrio entre la rígida cautela y el imprudente abandono. Dado que estás interconectado con todos y con todo, no estás creando en un vacío. Esto significa que tendrás que aplicar tu intuición, razón y concesión mientras te mueves e interactúas con otros.
Llamar a alguien sólo porque se te ocurre llamarlo puede ser contraproducente si esa persona no está disponible energéticamente o físicamente. Presionar e insistir que tus necesidades sean satisfechas puede crear muros innecesarios con tus seres queridos, compañeros de trabajo y extraños. Cada paso que das tiene el potencial de traerte ya sea armonía o discordia.
Elige con cuidado, puesto que afectas no sólo a otras personas sino a ti mismo. Camina suavemente, respira profundo y recuerda ser amable con todos los seres – incluyéndote a ti. Si caminas suavemente y con cuidado, notarás las rocas en el camino antes de tropezar con ellas.
Revisa tu propósito para estar vivo ahora.
Esto puede sonar obvio, pero cuando recuerdas que debes mantener una perspectiva más elevada acerca de tu vida, las cosas pequeñas se quedan pequeñas y lo que es verdaderamente importante puede recibir el enfoque de tu atención.
A medida que adquieres experiencia en aplicar un enfoque espiritual a todas las cosas, puede surgir un nuevo sentido de claridad – y con él, la paz.
Selacia.
gracias
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