CUENTO DE LAS TRES PUERTAS
Un joven discípulo dijo a un sabio filosofo:
Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.
Espera, le interrumpió el filosofo. ¿ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?
¿Qué tres puertas?
Sí, la primera es la verdad ¿Estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?
No, lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?
No, al contrario.
Y la ultima puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?
No, no es necesario.
Entonces dijo el sabio sonriendo: “Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo
para siempre”
Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando mal de ti.
Espera, le interrumpió el filosofo. ¿ya hiciste pasar por las tres puertas lo que vas a contarme?
¿Qué tres puertas?
Sí, la primera es la verdad ¿Estas seguro que es totalmente cierto lo que vas a decirme?
No, lo oí comentar a unos vecinos.
Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, la bondad. Lo que quieres decirme ¿es bueno para alguien?
No, al contrario.
Y la ultima puerta es la necesidad ¿es necesario que yo sepa lo que quieres contarme?
No, no es necesario.
Entonces dijo el sabio sonriendo: “Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, mejor será olvidarlo
para siempre”
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