viernes, 21 de septiembre de 2012

NO INTENTES CURAR TU CUERPO, SIN ANTES HABER SANADO TU ALMA



Cuántas veces las circunstancias de la vida o de las personas a nuestro alrededor provocan en nosotros diferentes emociones negativas que despiertan celos, envidias, rencores, rab
ia, miedos, etc. que potenciamos trayéndolas una y otra vez a nuestro pensamiento. Cada vez que estos pensamientos negativos llegan a nuestra mente, son como tragos amargos de una sustancia ácida que nos corroe el alma y escurre hasta dañar también nuestro cuerpo.

Fuente: El Ser Uno

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