lunes, 10 de marzo de 2014

Amatista: La alquimista del Reino Mineral




Todos los minerales considerados Cristales de Sanación son bellísimos, pero de entre todos ellos, el que mayor fascinación ejerce en la mayoría de personas que nos sentimos atraídas por su belleza y cualidades es, sin duda, la AMATISTA.

La vibración de la amatista produce en quienes nos sentimos atraídos hacia ella una alquimia especial. Este hecho he podido comprobarlo a lo largo de muchos años, muchos cursos, muchos alumnos (y sobre todo alumnas) y muchas anécdotas de cómo este cuarzo violáceo ha sido el catalizador favorable de muchas situaciones cuando se le ha considerado como cristal de compañía. La amatista es fuego de alegría en si mismo. Vamos a ver cuáles son algunos de sus secretos.


SU COLOR

Podemos encontrarla del más pálido y bello lila, al más profundo e inspirador púrpura; la amatista pasa por toda la gama del violeta. En la amatista, su extraordinario color es debido a su composición química, principalmente hierro (oligisto), calcio, boro, aluminio, magnesio y fósforo entre otros componentes alcalinos.


SU ANTIGÜEDAD

De entre todas las piedras consideradas semipreciosas, la amatista es la que más tradición, antigüedad, leyendas, usos y aplicaciones reúne.


SUS LEYENDAS Y CURIOSIDADES

La amatista es uno de los minerales más antiguos que se han encontrado junto a restos humanos prehistóricos. Los egipcios tallaban ya amatistas para hacer sellos, anillos y figuras talladas. Los patriarcas de las principales religiones, aun hoy en día, siguen llevándola como anillo.

De entre todas sus leyendas, quizá la mas repetida sea la relatada por Aristóteles, quien atribuye a Baco, el dios del vino, la creación indirectamente de las amatistas, por estar persiguiendo a una bella joven que ante su acoso e intento de violación, pidió ayuda a la diosa Artemisa y ésta la convirtió en una vid de color violáceo, impidiendo de esta forma que fuera violada (de donde viene la palabra violeta, violación).

Otra forma de esta misma leyenda es la que relata que, en realidad, Baco estaba ebrio y perseguía a una ninfa, de nombre Ametis (de donde viene la palabra amatista, que además significa “no embriagador”).

Como curiosidad, existe una ciudad en Brasil llamada Amatista del Sur, pero esto no es lo curioso, ni siquiera el hecho evidente, por el nombre, de que allí hay amatistas en abundancia; lo curioso es que la iglesia más grande de la localidad está construida con amatistas y, más curioso aún, el hecho de que cada habitante llevó por lo menos una amatista para su construcción, por lo que literalmente sus paredes están forradas de bellísimas y centelleantes amatistas; más de 40 toneladas de amatistas.

Curioso también el hecho de que, tanto estas amatistas brasileñas como las de Uruguay, pueden llegar a tener mas de cien millones de años.

SU PROCEDENCIA
La amatista es un cuarzo que podemos encontrarlo en la mayoría de países, sin embargo su procedencia más abundante la encontramos en Brasil, Uruguay, Madagascar, EEUU, Rusia, India y Australia.


SU PODER SANADOR

Su vibración energética es constante, y como todos los cuarzos, su efecto energético es equilibrador y armonizador. Con el contacto de nuestra piel, la amatista se calienta y su energía, su vibración, se expande. Estas dos propiedades se denominan piezoelectricidad y piroelectricidad, propiedades ambas de los cuarzos.

Como herramienta cristaloterapéutica abarca un sinfín de aplicaciones, de entre ellas podemos citar:

Su vibración equilibra ambos hemisferios cerebrales.
Fortalece el sistema inmunológico.
Eleva el nivel de conciencia y ayuda a definir la misión de vida, al proporcionar objetividad en las inquietudes tanto materiales como espirituales.
Ejerce una beneficiosa influencia protectora.
Su vibración está relacionada con la energía de liberación, transmutación y perdón, lo que la capacita como cristal de compañía en procesos de sanación de heridas sentimentales, recuerdos dolorosos, traumas y miedos; éste es su poder alquímico: sacar lo mejor de nosotros mismos.
Aporta, a nivel mental, sentido de la proporción, lo cual es de muy valiosa ayuda a la hora de tomar decisiones y determinaciones.
Fortalece la autoestima y ayuda a enfrentar los propios límites y miedos.
Es el mineral ideal cuando se está realizando terapia regresiva.
Puede aplicarse sobre el cuerpo de un paciente al que se le esté tratando con Reiki u otra técnica de imposición de manos.
Es el mejor mineral que podemos sostener entre las manos a la hora de meditar o relajarnos.
Ayuda a conciliar el sueño si colocamos un canto rodado plano de amatista bajo la almohada.
Combate el estrés tanto físico como mental, aportando claridad por equilibrar de manera holística, mente, cuerpo y sentimientos.
Es el mineral más emblemático para recuperar la vitalidad después de una enfermedad y/o intervención quirúrgica.
Su energía es estabilizadora a nivel emocional cuando se la lleva permanentemente en contacto sobre la piel (por ejemplo, como colgante a la altura del corazón).
Deshace nudos energéticos que pudiera haber sobre el entramado áurico.
Aporta paz, estabilidad y tranquilidad al carácter.
Ayuda muchísimo en casos de dependencia (ludopatía, tabaquismo, drogodependencia, etc.).
Aporta firmeza y seguridad al carácter, personalidad y temperamento.
La amatista es un mineral emblemáticamente femenino pero su frecuencia vibratoria favorece igualmente a hombres, niños, ancianos y adolescentes.
Tomada como elixir o como agua de amatista, nos ayuda a renovar la energía de nuestro organismo ya que a nivel interno, sus propiedades se integran a nivel celular.
Es muy eficaz en procesos de liberación de sentimientos de culpa.
En mujeres embarazadas aporta tranquilidad, serenidad, confianza y protección.


SUS DIFERENTES FORMAS

Ya sea tallada, natural, en drusa, geoda, canto rodado, joya,… ¿cómo seria mejor a nivel personal?... Cuando lo que pretendemos es integrar la vibración de un mineral elegido, en este caso, la amatista, lo ideal es relacionarnos con él de una manera triple: una amatista en contacto directo con la piel, ya sea como colgante o en un bolsillo; teniendo otra amatista, que puede ser en canto rodado, que utilizaremos para “cargar” con su vibración el agua de un vaso (que ingeriremos en ayunas al levantarnos, o bien dentro de la botella de agua mineral de la que iremos bebiendo a lo largo del día); y otra amatista más, de un tamaño más grande, a ser posible plana (para que no nos moleste ni corramos el riesgo de hacernos daño con sus afiladas aristas), para situarla debajo de la almohada. Este autotratamiento lo mantendremos durante varias semanas seguidas e iremos tomando notas personales de los cambios que vayamos observando.

Por supuesto, este autotratamiento no sustituye un tratamiento de Cristaloterapia realizado por un terapeuta holístico, sino que se trata de un complemento de mantenimiento para reforzar los resultados de salud que pretendamos obtener.


Nina Llinares es Terapeuta Holista especializada en Cristaloterapia, autora de varios libros sobre este tema. Además de escritora temática, es Técnico en Dietética y Nutrición, profesora de Yoga, Maestra de Reiki, Quiromasajista y Asesora Transpersonal.
En Sevilla imparte mensualmente sus actividades en Biotienda – Punto de Re-encuentro.

Para más información:
www.ninallinares.net / www.biotienda.net



No hay comentarios:

Publicar un comentario