El dinero es la esclavitud del alma.
Un alma atrapada en necesidades innecesarias se estanca no eleva.
Somos más que un cuerpo.
Somos más que la necesidad de comer, dormir y gastar.
El interior de cada ser reclama atención y cuidados, reclama calidad, nutrición.
Siempre que nuestros pensamientos e intenciones se desenvuelvan alrededor del deseo de poseer más dinero, inevitablemente estaremos atrapados en el miedo y la limitación.
El deseo de poseer y relacionar la abundancia al dinero es muchas veces impulsada por la energía de la escasez.
Deseamos tener y poseer quizás porque la sóla idea de imaginarnos sin bienes materiales nos aterroriza.
Nos hace sentir incapaces de subsistir en un mundo que nos resulta ajeno, aburrido, despiadado, rutinario, desolador, aplastante, agotador, desmoralizante y más, sino fuera por el encanto atractivo de las posesiones, el confort, la modernidad, la tecnología, etc.
Cómo llenar entonces el gran vació existencial que sentimos sin dinero, sin viajes, sin autos, sin comprar las cosas que vemos y atrapa todos nuestros sentidos externos.
La abundancia se relaciona a diversos factores vitales como la salud, la alegría por ejemplo, y en estos tiempos es muy común entender dinero = salud y alegría.
Despierta SOMOS UNO
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