Ser más pacientes, apreciar las cualidades positivas de otras personas en lugar de concentrarse en sus defectos, alegrarse por sus logros y bienestar.Nos sentamos tranquilos y tomamos conciencia de nuestro cuerpo, lo reco
rremos mentalmente respirando y relajando las tensiones.
Vamos a usar nuestra imaginación creativa: imaginamos vívidamente, en todos sus detalles, un momento que nos proporcione alegría. Puede ser un acontecimiento real de nuestro pasado tal vez de nuestra infancia, algún viaje, un encuentro con familiares o amigos.
Nos concentramos en ver todos los detalles del momento tal como si estuviéramos allí, como nos vemos, cuales son nuestros pensamientos, sensaciones y emociones… Visualizar como experimentamos la alegría en ese momento… revivirlo tan fielmente como nos sea posible.
Dejemos que esa alegría nos llene y nos desborde… la verdadera alegría no queda solo en uno sino que alcanza a otros a nuestro alrededor.
Aunque el mundo esté plagado de tristeza y sufrimiento podemos experimentar la alegría de los buenos momentos. Eso nos enriquece, nos expande, nos da una razón para seguir viviendo y luchando: le da alas al corazón porque nos ubica en nuestro centro.
Prestemos atención a las alegrías que la vida nos trae, puede que sean cosas pequeñas por eso es importante que estemos atentos y abiertos a recibirlas: una flor, una puesta del sol, la sonrisa de un niño, encontrarse con una persona amiga…
La alegría es poder, es paz, es medicina para toda la humanidad…
Permanecemos en silencio por algunos minutos.
Claudio Marquez
Vamos a usar nuestra imaginación creativa: imaginamos vívidamente, en todos sus detalles, un momento que nos proporcione alegría. Puede ser un acontecimiento real de nuestro pasado tal vez de nuestra infancia, algún viaje, un encuentro con familiares o amigos.
Nos concentramos en ver todos los detalles del momento tal como si estuviéramos allí, como nos vemos, cuales son nuestros pensamientos, sensaciones y emociones… Visualizar como experimentamos la alegría en ese momento… revivirlo tan fielmente como nos sea posible.
Dejemos que esa alegría nos llene y nos desborde… la verdadera alegría no queda solo en uno sino que alcanza a otros a nuestro alrededor.
Aunque el mundo esté plagado de tristeza y sufrimiento podemos experimentar la alegría de los buenos momentos. Eso nos enriquece, nos expande, nos da una razón para seguir viviendo y luchando: le da alas al corazón porque nos ubica en nuestro centro.
Prestemos atención a las alegrías que la vida nos trae, puede que sean cosas pequeñas por eso es importante que estemos atentos y abiertos a recibirlas: una flor, una puesta del sol, la sonrisa de un niño, encontrarse con una persona amiga…
La alegría es poder, es paz, es medicina para toda la humanidad…
Permanecemos en silencio por algunos minutos.
Claudio Marquez
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